Organizaciones indígenas, defensores de derechos humanos y comunidades ancestrales del departamento del Cauca expresaron su máxima preocupación tras el ataque del que fue víctima el hijo del dirigente indígena nasa y Defensor de Derechos Humanos, Mauricio Capaz, hecho que se registró en inmediaciones al resguardo de Tóez, jurisdicción rural del municipio de Caloto, al norte del departamento.
Según la denuncia pública realizada por el propio líder comunero, su hijo, identificado como Juan Diego Capaz y mayor de edad, fue interceptado por sujetos desconocidos mientras se movilizaba en una motocicleta por esta zona que registra altos riesgos humanitarios.
Durante el ataque, fue herido con arma blanca y despojado del vehículo, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro asistencial de esta población nortecaucana, donde permanece bajo observación médica tras haber superado las horas más críticas.
“Esta mañana fue herido mi hijo, Juan Diego. Lo apuñalaron y le robaron la moto en la que se desplazaba frente al resguardo. Luego de estabilizarse su estado de salud, hago esta denuncia pública y solicito de manera urgente a las autoridades que adopten medidas reales de protección”, manifestó Mauricio Capaz en cuenta en la red social X.
El dirigente indígena es reconocido a nivel regional, nacional e internacional por su liderazgo en la defensa de los derechos colectivos de los pueblos indígenas nasa y por su permanente denuncia frente al accionar de grupos armados ilegales en el norte del Cauca, un territorio históricamente afectado por el conflicto armado, la presencia de economías ilícitas y la disputa de control territorial.
Desde una postura judicial y humanitaria, las comunidades exigen que este hecho sea investigado con rigor, no solo como un posible hurto violento, sino también bajo la hipótesis de una agresión relacionada con la labor de liderazgo social que ejerce Mauricio Capaz.
En ese sentido, solicitaron a la Fiscalía General de la Nación activar los protocolos diferenciales para hechos que puedan constituir amenazas, intimidaciones o ataques contra líderes sociales y sus núcleos familiares.
Diversos colectivos de derechos humanos, como la Cric, advirtieron que este ataque se presenta en un contexto especialmente delicado. Días atrás, el dirigente indígena se había pronunciado públicamente sobre el avance judicial de la Fiscalía al calificar como genocidio los asesinatos sistemáticos de médicos ancestrales, integrantes de la guardia indígena y autoridades tradicionales Nasa, crímenes que, según los procesos en curso, han sido atribuidos a estructuras armadas ilegales, entre ellas disidencias de las Farc bajo el mando de alias Iván Mordisco.
Si bien hasta el momento las autoridades no han confirmado una relación directa entre estos pronunciamientos y el ataque sufrido por su hijo, líderes indígenas consideran que la coincidencia temporal refuerza el temor de posibles retaliaciones contra quienes elevan su voz en defensa del territorio, la autonomía y la vida.
Desde el enfoque de derechos humanos, este hecho se suma a una larga lista de agresiones que, según organizaciones sociales, evidencian un patrón de vulneración sistemática contra los pueblos indígenas del Cauca. Señalan que la violencia no solo afecta a los líderes, sino que se extiende a sus familias, configurando un escenario de riesgo permanente que limita el ejercicio del liderazgo, la denuncia y la participación comunitaria.
De hecho, y como es de recordar, el dirigente indígena y hermano del también dirigente Feliciano Valencia, José Adelmo, falleció luego de ser atacado cuando llegaba a su vivienda en la zona rural de Santander de Quilichao, y fue trasladado a una clínica de Cali, donde después murió.
Por eso, las comunidades Nasa reiteraron el llamado urgente al Gobierno Nacional, a la Unidad Nacional de Protección y a los organismos de control para que se adopten medidas integrales y colectivas de protección, más allá de esquemas individuales, que permitan salvaguardar la vida, la integridad y la labor de los líderes indígenas y sus familias en los territorios ancestrales, más cuando se ordenó la captura de alias Iván Mordisco y otros cabecillas de las disidencias de las Farc por el “exterminio sistemático de los dirigentes indígenas”.
Entre tanto, las autoridades judiciales avanzan en la recolección de pruebas y testimonios para esclarecer lo ocurrido, identificar a los responsables y determinar el móvil del ataque.
Ahora, entonces, las comunidades indígenas del Cauca esperan que este caso no quede en la impunidad y que se garantice el acceso efectivo a la justicia, en concordancia con los estándares nacionales e internacionales de protección a los defensores de derechos humanos, especialmente aquellos que provienen de las comunidades indígenas.