“Esta situación es horrible, a veces si almorzamos no cenamos porque no nos da ganas, tampoco dormimos bien por estar pendientes de los teléfonos, en caso de que nos llamen o nos digan alguna razón de mi hermana”, dijo angustiada a El País Ingrid Escobar, hermana de Maira Alejandra Escobar, una mujer de 33 años que desapareció en el barrio Alfonso López de Cali el 19 de agosto.
Maira es ama de casa y vive en Buchitolo, un corregimiento de Candelaria, junto con su abuela, de la tercera edad, y sus dos hijas de 13 y 14 años, quienes la extrañan a diario y esperan que vuelva sana y salva. “Ellas lloran porque no saben nada de ella; esto es muy difícil”.
Según relató su hermana, la mujer de 33 años se desplazó hasta el barrio Alfonso López de Cali con el objetivo de encontrarse con un hombre sobre las 9:30 p.m., quien, según una amiga, estaba vestido con una chaqueta negra, pantalón negro y zapatillas blancas.
“La muchacha dice que no le vio la cara porque él era evasivo, tenía la capucha puesta e incluso cuando le dijo a mi hermana que se lo presentara, él no quiso”, aseguró Ingrid.
Ambos se fueron caminando y desde ese momento se perdió el rastro de Maira. La familia se dio cuenta de su desaparición la mañana siguiente, cuando comenzaron a llamarla, pero no obtuvieron respuesta.
“Eso era muy extraño porque Maira nunca apaga el celular, es una persona que siempre se está comunicando con nosotros para estar pendiente de sus hijas y de mi abuela”.
La persona que la acompañó a Cali les informó que, a pesar de que se quedó esperando a la mujer en el barrio Alfonso López, nunca regresó ni contestó sus llamadas. Esta información preocupó a sus allegados, pues la mujer de 33 años no suele dejar a su abuela e hijas solas por mucho tiempo, ni mucho menos ausentarse sin avisar.
Por ese motivo, el 20 de agosto la familia reportó su desaparición ante las autoridades de Candelaria, donde residen, y de Cali, donde se presentó el hecho, pero no han tenido pistas.
Según Ingrid, se les informó que se abrió una investigación para dar con el paradero de Maira; sin embargo, no han obtenido respuesta. “La Alcaldía de Candelaria nos dio unos volantes para repartir y nos dijeron que ya están investigando, pero no nos han dado más ayuda, ni aquí ni en Cali”.
Por otra parte, los seres queridos, amigos y medios de comunicación han compartido la fotografía de la mujer y los números de contacto para obtener información; sin embargo, denunciaron que han recibido llamadas extorsivas, por lo que alertaron a las autoridades.
“Yo le mandé eso al investigador de la Sijín y él me dijo que no parábamos, porque muchas veces llaman desde la cárcel”.
Una comunidad solidaria
Ingrid aseguró que sus vecinos, personas de buen corazón, le han colaborado con dinero para tanquear su motocicleta con gasolina y desplazarse a la capital del Valle para realizar las diligencias pertinentes.
Además, en el corregimiento de Buchitolo se realizó una velatón el 24 de agosto, en la que líderes religiosos, allegados y miembros de la comunidad clamaron por el regreso de la joven madre.
“Estoy muy agradecida con todos, mucha gente nos ha colaborado, pero yo pido que nos ayuden con información, que nos llamen si la han visto. Las personas que la tienen que se pongan la mano en el corazón y dejen que vuelva a la casa con sus hijas”, solicitó Ingrid.
Además, la mujer aseguró que Maira no se mete en problemas: “Es una excelente persona, una excelente madre, es buena con todo el mundo y nunca le niega un favor a alguien. Ella es muy linda, muy alegre y una bendición para la familia”, puntualizó su hermana.