Aterrorizados quedaron los habitantes del barrio Centenario del municipio de Santander de Quilichao, al norte del departamento del Cauca, luego que un dron cargado con un explosivo cayera sobre el techo de una vivienda de dicho sector.
Esta situación se presentó en la tarde de este martes, 26 de agosto, cuando disidentes de las Farc pretendían atacar la estación de Policía que está ubicada en ese barrio, de ahí que buscaban lanzar una granada de mortero, usando esta aeronave no tripulada.
Sin embargo, como en estos momentos los policías y soldados que laboran en esta parte del país están acuartelados y en máxima alerta por la amenaza de ataques de las disidencias de las Farc, se percataron de la puesta en marcha del ataque, de ahí que los militares que acompañan a los uniformados recurrieron a un inhibidor antidrones para protegerse.
“Nuestros soldados fueron clave para contrarrestar este ataque, logrando derribar este dron, el cual estaba acondicionado con un mortero, por eso luego que se desactivara el sistema de vuelo, este dispositivo y el explosivo cayeron sobre el techo de una de las viviendas cercanas a la estación, por fortuna esto no causó daños”, explicaron los policías que laboran en este municipio, donde operan o delinquen los frentes Jaime Martínez y Dagoberto de las disidencias de las Farc.
A raíz de esta situación, y ante las voces de alerta de los policías, quienes alcanzaron a disparar contra la aeronave no tripulada, los habitantes del sector optaron por esconderse entre las mesas y otras estructuras, porque estaban preparados para que se presentara la explosión de un momento a otro, más cuando sabía que sobre los techos de sus viviendas sobrevolaba este dron.
“Estamos preparados para que un día de estos vuelen la estación, porque acá en Santander de Quilichao lo que sobran son milicianos de esas disidencias, entonces los uniformados salen muy poco porque saben que los pueden atacar en cualquier momento, claro, como vivimos cerca de ellos, pues debemos estar preparados para escondernos en esta clase de situaciones”, relataron los habitantes del sector, al ver cómo después varios policías, recurriendo a una escalera, se subieron al techo de la vivienda para después bajar la aeronave y el motero para después llevarse estos elementos a un sitio apartado para destruirlos de forma controlada.
Con este caso ya son tres drones que la fuerza pública logra derribar en lo que va corrido del año, evitando afectaciones tanto a las estaciones de Policía como la comunidad del municipio de Santander de Quilichao, testigo de regreso de la guerra a esta parte del terriotorio.