J Balvin se ha consolidado, a lo largo de los últimos años, como uno de los artistas más influyentes del género urbano a nivel internacional. Su carrera, respaldada por una trayectoria constante y una propuesta sonora que logró diferenciarse dentro de una industria altamente competitiva, lo llevó a presentarse en escenarios de distintos continentes y a conectar con públicos diversos que siguen con atención cada uno de sus lanzamientos y proyectos artísticos.
El cantante colombiano alcanzó ese reconocimiento gracias a una identidad musical definida por sonidos innovadores, letras de fácil conexión con el público y un estilo propio que lo posicionó como una de las figuras más representativas del país en el panorama global.
Ese crecimiento no solo se reflejó en cifras de reproducciones o giras internacionales, sino también en la fidelidad de una base de seguidores que acompaña cada una de sus presentaciones y respalda sus propuestas creativas.
Uno de los momentos más destacados de su carrera, recientemente, fue el concierto ofrecido en Medellín, una ciudad clave en su historia personal y artística. Allí lideró el espectáculo Made in Medellín – Ciudad Primavera, un evento que reunió a reconocidas estrellas del género urbano y que fue celebrado por miles de asistentes.
Artistas como Maluma, Yandel, Feid, 50 Cent y Daddy Yankee compartieron escenario con el paisa, consolidando un show que fue ampliamente aplaudido y que se convirtió en un hito dentro de su recorrido profesional.
No obstante, detrás de ese despliegue artístico y de la energía que se vivió sobre la tarima, existió una situación que hasta hace poco era desconocida para gran parte del público. Y es que, J Balvin reveló que, durante ese concierto en Medellín, atravesó un delicado episodio de salud que puso en riesgo su bienestar y generó preocupación entre su equipo cercano.
Fue durante una conversación con el streamer español Ibai Llanos, que, el cantante relató, como aquel día enfrentó una recaída mientras se encontraba en pleno escenario, al punto de sentir que su vida podía tomar un rumbo inesperado. Pues, según explicó, comenzó a experimentar síntomas alarmantes en medio del show, mientras avanzaba por la tarima en formato 360.
El artista describió que, en determinado momento, empezó a perder la visión y a sentirse mareado. A través del intercomunicador que utilizaba para comunicarse con su equipo técnico, alertó sobre lo que estaba ocurriendo.
“Les decía: ‘Ey, me estoy mareando. Ey, no estoy viendo, estoy pálido’”, relató, señalando que incluso mientras cantaba sentía la cara completamente congelada y debía tocarse el rostro para intentar reaccionar.
La situación se tornó aún más tensa cuando, tras la participación de Yandel, J Balvin bajó del escenario y fue evaluado por el médico del equipo. Allí recibió una advertencia que encendió las alarmas: sus pulsaciones alcanzaban las 190, una cifra que lo dejaba muy cerca de sufrir un infarto.
En ese momento, su madre, visiblemente angustiada, se acercó por debajo de la tarima y le pidió entre lágrimas que detuviera el concierto para proteger su vida.
Pese al miedo y la tensión, el cantante decidió continuar con el espectáculo. Sin embargo, también contó que, tuvo que estabilizarse consumiendo helados para recuperar calorías, ya que el problema estaba relacionado con un pico de insulina.
“Con mucho miedo, la verdad, mientras estaba abajo, me comí seis helados grandes, porque las calorías se consumen más rápido dentro del cuerpo. El problema era el pico de insulina. Todavía no lo supero, la verdad”, agregó.