*Por Mario Andrés Lozada Tezna / Especial para El País

Cali vuelve a confirmar por qué es la ciudad que almacena la memoria de la salsa a nivel mundial. Esta vez no lo hace desde la pista de baile, sino desde el corazón mismo del sonido que ha marcado generaciones: el trombón.

En un encuentro musical sin precedentes, la ciudad será el escenario de una conversación profunda entre metales, memorias y futuro, protagonizada por dos referentes absolutos del género: el maestro Andrés Viáfara, de la Orquesta La Suprema Corte, y el maestro Juan Carlos Alfonso, director y pianista de la legendaria Dan Den de Cuba.

Ambos músicos, con más de treinta años de trayectoria, se darán cita para hablar —y tocar— sobre el trombón como columna vertebral de la salsa romántica y como símbolo de resistencia y continuidad del legado salsero. Más que un concierto, el encuentro será una clase magistral sobre identidad, oficio y pasión.

La batalla musical se vivirá en el marco de la 68 Feria de Cali. | Foto: El País

“El trombón no solo acompaña, narra”, afirma Andrés Viáfara durante la entrevista. Para el músico colombiano, cuya carrera ha estado marcada por la investigación sonora y el respeto por la tradición, este instrumento es el encargado de “poner el carácter, el golpe emocional que distingue a la salsa de cualquier otro género bailable”.

Viáfara ha sido parte fundamental del sonido de La Suprema Corte, orquesta reconocida por su elegancia y fuerza interpretativa dentro de la salsa romántica, donde el trombón adquiere un rol melódico y expresivo.

Desde Cuba, Juan Carlos Alfonso coincide, aunque aporta una mirada complementaria. “En la salsa, y especialmente en la timba y la salsa romántica cubana, el trombón es un arma poderosa. Puede ser dulce, agresivo, nostálgico o festivo, todo al mismo tiempo”, señala el fundador de la Dan Den de Cuba, una agrupación que revolucionó el sonido caribeño desde finales de los años 80.

Para Alfonso, el trombón ha sido clave en la evolución de los arreglos modernos, sin perder el diálogo con el son montuno y la herencia afrocubana.

El encuentro en Cali surgió como una necesidad artística: unir dos escuelas, dos países y dos maneras de entender la salsa, a partir de un mismo lenguaje. En escena, los trombones no serán competencia, serán un deleite para la caleñidad que podrá disfrutar el 26 y 27 de diciembre de dicho concierto, en la Arena 24 8 y en la discoteca Santa.

Ambos maestros coinciden en que la salsa romántica, a menudo subestimada, ha sido fundamental para mantener vivo el género en momentos de crisis.

Viáfara y Alfonso, desde sus recorridos distintos pero complementarios, demostrarán que el trombón sigue siendo una voz central en la narrativa salsera. | Foto: El País

“Fue la puerta de entrada para nuevas generaciones”, explica Viáfara. “A través de letras más íntimas y arreglos cuidados, la salsa logró seguir sonando en la radio y en los barrios”.

Alfonso complementa: “La clave siempre estuvo en no sacrificar la calidad musical. Romanticismo no significa debilidad sonora”.

Cali, como anfitriona, jugará un papel fundamental. La ciudad no sólo acogerá el encuentro, sino que lo alimentará con su público exigente y conocedor. “Aquí la gente sabe escuchar”, dice Viáfara. “Eso obliga al músico a dar lo mejor de sí”.

El encuentro de trombones no es un ejercicio de nostalgia, sino una declaración de vigencia. Una prueba de que la salsa sigue viva cuando se toca con conocimiento, respeto y alma. Viáfara y Alfonso, desde sus recorridos distintos pero complementarios, demostrarán que el trombón sigue siendo una voz central en la narrativa salsera.