Los defensores apasionados del castellano suelen rechazar con vehemencia la inclusión de palabras ajenas en el idioma. ¿Acaso ignoran que una infinidad de extranjerismos han llegado al español para enriquecerlo? En estas líneas, el autor propone una cruzada en contra de la Santa Inquisición del Idioma.
Hace poco, el gran escritor español Javier Marías comentaba su angustia por la invasión de palabras norteamericanas en la publicidad comercial en todo medio escrito, en la TV y en las redes sociales. Lo que preocupa a Javier Marías no es ninguna novedad. El tema de la defensa de nuestra lengua siempre ha existido. De hecho, desde hace más de quinientos años se conocieron los empeños de un erudito caballero de apellido Nebrija, quien en 1492 había publicado la primera gramática del idioma, en el reinado de Isabel la Católica, patrocinadora de Cristóbal Colón. Veamos este relato histórico de tan insistente propósito: un sabio de la corte de los Reyes Católicos, don Antonio de Nebrija, publicó su gramática (la primera del español) hace más de cinco siglos, el día en que, luego de ochocientos años en guerra, los moros fueron expulsados de la península. Motivado por el reconocimiento y el abundoso aplauso que le mereció su obra, Nebrija le escribió a la Reina Isabel una carta con el ampuloso estilo de entonces, en que le proponía algo urgente: una Santa Inquisición del Idioma para purificarlo de tanta basura árabe que se le había pegado en ocho siglos de dominio islámico. Si los españoles habían logrado, al fin, expulsar al invasor, también debían expulsar toda huella de su indigna cultura. Y la huella más vergonzosa de los moros eran esas cacofónicas palabras árabes. El ilustre sabio daba mil razones más para borrar del español aquellas palabras que el imperio musulmán había afianzado en la parla de los ariscos españoles. Pero la reina Isabel estaba demasiado ocupada con unas nuevas tierras que un genovés le había descubierto, por cierto muy lejos, al occidente, y no le hizo caso. Nebrija, sin embargo, insistía en la idea de que tantas palabras árabes recordaban a todos ocho siglos de dominación, por lo que convenía ejecutar esa purga de vocablos que mancillaban el señorial idioma de Castilla, preclaro descendiente del latín. Sí, toda huella del oprobioso y humillante imperialismo islámico sufrido por España durante ocho siglos, debía ser del todo borrada con la fuerza de una poderosa Inquisición del Idioma. Basta ya de alambique y alhambra, de gandul, gárgola y 'alhelí'. Fortunosamente, la Reina Isabel estaba ocupada. Así que no hubo tal Santa Inquisición del Idioma y por fortuna hoy gozamos de palabras tan bellas como almohada, aldaba, aldea, baladí, alfanje y algarabía. Pero no solo el árabe inquietaba a los apasionados defensores del idioma español. El nieto de la Reina Isabel era un alemán y llegó a ser Carlos I de España, aunque ignoraba el noble Español. Fue entonces, gracias a su presencia, que hace cuatro siglos entraron palabras raras como aspa (de haspel), brotar (de bruths), guarecer (de ghartel) y feldespato (de feldspath). Y, claro, nadie lo impidió, por respeto hacia el poderoso monarca alemán. Italia también tuvo su parte. Los reyes de España fueron dueños de media Italia, hace varios siglos. Entonces, otras palabras extranjeras entraron al idioma de Castilla, sin oposición alguna, y muchas sonoras palabras nos quedaron, fortunosamente. ¿O acaso no son hermosas fragata, batuta y ferroviario? Ni qué decir cuando los reyes de España expulsaron a los judíos. Ya para entonces muchas palabras hebreas habían entrado con cientos de nombres propios que usamos a diario. ¿Les suenan Elías, Rafael, Gabriel o Ezequiel? Aquellos preocupados defensores del idioma, sin embargo, insistían en que se hablase un español puro. Fue así como en el esplendor de la cultura francesa, cuando el hechizo de Versalles seducía a toda Europa, muchas elegantes palabras enriquecieron nuestro idioma. Y aunque nació la Real Academia de la Lengua para evitar esa intromisión que llegaba de París, no fue mucho lo que se pudo hacer. ¿Por qué privar a una mujer de usar el infalible perfume, un elegantísimo corsé, el súper útil brasier? Gracias a Francia en nuestro idioma contamos con palabras indispensables como dossier, cabaré, debut y menú. El árabe, el alemán, el italiano, el francés, idiomas del Caribe, de México y Perú, palabras de los Andes, del Amazonas, del Paraná, del Orinoco y la Patagonia, han enriquecido enormemente nuestro poderoso y idioma. Entonces bienvenidas igualmente, como entraron de Europa y de América india, tantas palabras que nos llegan desde hace muchos años, y con insistencia de Norteamérica, para tanto tema de nuestro complejo y novedoso mundo.¿Que solo debemos aceptar palabras que no tengan equivalentes en español? ¿Por qué? ¿Acaso, cuando entró almohada del árabe, no había entonces alguna palabra adecuada? Almadía es palabra árabe usada por siglos en España, pero fue desbancada por otra palabra, una del Caribe: canoa. ¿Y qué? O cuando llegó del alemán 'guerra' ¿no había entonces cómo referirse a ese hecho? Al aceptar del francés la palabra 'complot', ya existía 'confabulación'. Y cuando de las Antillas tomamos 'huracán', podíamos también decir 'vendaval'. Si somos tan puristas, ¿en vez de decir el anglicismo 'jet' cuando lo veamos cruzar el cielo, ¿debemos decir castizamente 'avión de propulsión a chorro'? ¡Cuidado! Puede que mientras terminemos la frase ya los hayamos perdido de vista. Démosle tiempo al tiempo. Y, más pronto que lo sucedido con otras palabras, la vitalidad poderosa y la fuerza arrasadora del idioma de Cervantes habrá hallado abreviaciones, sintaxis, formas gramaticales, sonoridades y escrituras adecuadas para lo nuevo que nos llega de Estados Unidos. Seguramente, el uso habrá descartado algunas, muchas que no arraigaron, que tan solo fueron una moda. Pero muchas tendrán la legítima presencia que el uso solo el uso les va dando, enriqueciendo mas aún nuestro idioma. Solo el uso, entiéndase bien, legitima toda palabra. No hace falta normativa alguna. Bienvenidas 'flash', 'thriller' y 'show', como también 'junior', 'bar' y 'monitor'. Entonces sí, defendamos nuestro idioma... pero de los defensores del idioma. Porque si les hiciéramos caso, al cabo de los años tendríamos que el castellano sería una lengua muerta, como el arameo, el sánscrito o el latín.* Arquitecto y escritor payanés. Autor de los libros Crónicas de selva y Mariana o el gran despojo.****Esta es una lista de nuestras palabras heredadas. Del árabeAbalorio abismo acechanza almohada aceite acelga aldaba aldea balde baño barcino berenjena bata barrio batea borax baladí achacar adalid adarga alfanje algarabía alquiler adobe alquitrán cifra café cimitarra cítara coima calafate califa cenefa carcajada ámbar alfombra alforja amén anaquel ajuar ajonjolí ajedrez carmesí cerbatana cazurro cala chafarote chiflar chisme chaleco algoritmo álgebra alambique alguacil añil algodón alazán alhelí dado dársena daga dinar diván derviche descafilar danza elixir engarzar embarazo escabeche folgar falleba fanegada faquir arrayán albacea arrecife albahaca arriate arroba arropar asesino gabán gabela gacela gandul gárgola guarismo guitarra harén albaricoque albayalde aljibe atalaya albóndiga albornoz alborozo hachís horro hasta hazaña hégira imán jabalí jaque jaqueca jáquima ataúd almacén atracar albur alcabala alcahuete avería azabache jinete jirafa jaez jeque jota judía laca lapislázuli limón almíbar azote azotea azúcar azucena alcázar alcoba alcohol máscara matraca momia místico mameluco meca maravedí mezquita azul azor alcatraz alcazaba azoro azarar alcachofa alcancía azalea nácar paraíso quilate nadir naranja quiosco nenúfar nuca noria res alhaja albur atambor ataque acequia albañal arequipe abracadabra alondra arriate redoma arrabal aldea espliego algazara ojalá Del alemánEspuela yelmo bigote cuarzo ropa blanco guante espía agasajo ufanar niquel brindis rico aspa guerra aspa brotar guarecer feldespato lonja feudo burgo guardar estriboDel ItalianoSoneto lira silva novela esdrújula balcón cortejar festejo ataque soldado capitán arlequín alerta escopeta escolta fachada poltrona foso celada fragata batuta ferroviario casino fiasco esbozo esfumar Del hebreoAmén hosana Satanás sefardí asquenazi ameno hadasLenguas indígenas Cacahuate quetzal tomate chicle colibrí tamal tequila azteca maya taxo canica cuate escuincle jìcara petaca tiza zoquete coyote chile cacique caimán caoba barbacoa canoa carey ceiba caribe jíbaro jején maraca piragua enagua tabaco maní aguacate chocolate jaguar puma nopal cancha choclo quena yuyo cauchoDel francésChofer vedete pancarta croqueta corsé gabardina gendarme perfume argot complot collage dossier rol cabaret chef debut menú peluche afiche broche champiñón colonia matiné bidet chifonier buró brasierDel inglésClub espray monitor disquete stock golf bar junior hit rugby Internet dumping flash thriller show