Más de 30 años después de su irrupción en la escena del rock colombiano, importando muy poco que los premios y los reconocimientos quieran suavizarlos, los Aterciopelados todavía son sinónimo de rebeldía y creatividad musical por fuera de los lugares comunes.
Para comprobarlo, basta con escuchar su nuevo disco, ‘Genes rebeldes’, en el que ritmos de bolero y cumbia, entre otros, se fusionan con el sonido rock para darle vida a letras de fuerte crítica social, aunque esperanzadoras, porque los rebeldes nunca dejaron de creer en esas dos causas perdidas, como son la humanidad y el planeta Tierra.
Antes de su concierto desconectado y conversatorio en el Festival Internacional de Literatura Oiga Mire Lea, de Cali, mañana, a las 8:30 de la noche, en la Biblioteca Departamental, el dúo legendario del rock colombiano, Andrea Echeverri, de 59 años, y Héctor Buitrago, de 62 años, revelan el secreto de cómo madurar sin perder la rebeldía.
—Hoy muchos creen ser rebeldes porque escriben comentarios pesados en redes sociales, ¿qué sentido tiene esta palabra para Aterciopelados?
Andrea: Es seguir criticando el sistema, cada uno a su especial manera. Desde el principio, en las líricas de Aterciopelados siempre hubo rebeldía, feminismo, ambientalismo, pacifismo, el sentido ancestral, pero todo está desmarcado de las modas, porque nosotros empezamos con esos temas mucho antes, aunque ahora estén como más en la mesa.
Para mí, la rebeldía es como dedicarse a hacer cada uno lo que importa, o lo que considera importante, siendo auténtico, más allá de responder a un estereotipo, a una moda o a un deseo de popularidad.
Héctor: Ahora es cuando necesitamos más una visión crítica de las cosas, porque nos hemos dado cuenta que hay corrupción por todos lados, en las instituciones, en los gobiernos, en las ONGs, en todas partes.
Entonces, hay que seguir siendo críticos de esa situación, pero hay que tener una visión también muy personal de las cosas, en tiempos donde mienten los medios de comunicación, mienten las empresas, mienten los comerciales, miente en los expertos, miente en todos.
Andrea: Pienso que parte de nuestra rebeldía es seguir honestos, incorruptos, o sea, diciendo lo que uno de verdad piensa.
—En estos momentos, los artistas están tomando posiciones políticas respecto al genocidio de la nación palestina en Gaza, ¿cuál es la de Aterciopelados?
Andrea: Ningún ser humano puede estar a favor de semejantes horrores y Aterciopelados tiene todo un repertorio, de muchos años, en contra de la guerra, contra las armas y contra la violencia.
Hace unos días participamos en la campaña ‘Gaza digo tu nombre’, donde expresamos cómo nos afectaba. Ahí estuvimos.
Pero como digo, nosotros tenemos un repertorio con una ideología clara, somos pacifistas y estamos totalmente en contra de la guerra, en contra de la industria bélica, una cosa superpoderosa y terrible.
Héctor: Lo que pasa en Gaza no tiene nombre, es parte de lo que decíamos ahorita, de cómo este mundo está tomado por la corrupción y una gran maldad, y cómo la humanidad sigue inconsciente. Por eso son necesario estos ‘genes rebeldes’.
Pero también hay guerras en Sudán, en Ucrania, en otros países menos mediáticos, hay ahora muchos conflictos acá en Colombia. En México otros más, realmente está fuerte la cosa.
Entonces, en este conflicto de Israel y Palestina, estamos en contra del genocidio que está viendo toda la humanidad, todos los días se ven las atrocidades, y esto es algo macabro.
—A propósito de su regreso a Cali invitados por el Festival Oiga Mire Lea, ¿cómo es la relación de su música y la literatura?
Andrea: El otro día estábamos haciendo cuentas de nuestras canciones basadas en libros y la primera que se nos ocurrió fue ‘Siervo sin tierra’, que la compuso Héctor y puede contar más sobre la canción.
Héctor: Esa es como la más directa en esa primera época, porque está basada en el libro de Eduardo Caballero Calderón, que tiene el mismo nombre. En la canción describimos al protagonista de la novela. Es una historia muy difícil sobre los campesinos en Colombia, algo que desafortunadamente sigue repitiéndose.
Y en el proceso creativo, en mi caso, voy leyendo libros que en ocasiones me influencian y termino incluyendo algo en las letras que compongo. Ahora estábamos escribiendo una canción para la COP30, en la que hablamos de todo lo que está sucediendo con el Amazonas y el calentamiento global, la amenaza a los bosques y la biodiversidad, y para hacerlo también estaba leyendo el libro de un chamán brasilero, David Kopenawa, que se llama ‘A floresta está viva’ (‘La selva está viva’).
Andrea: En el disco mío que se llama ‘Ruiseñora’, está la canción ‘Florence’, que está basada en el libro ‘Conversaciones con Violeta, la historia de una revolución inacabada’, de Florence Thomas, la escritora colombofrancesa.
Y luego escribí otra canción que fue parte de la película ‘Perder es cuestión de método’, de Sergio Cabrera. Esa la escribí antes de ver la película, pero basándome en el libro del mismo nombre escrito por Santiago Gamboa. Me leí ese libro y escribí la canción ‘Untados’.
—Y Aterciopelados, ¿de dónde viene el nombre de la banda?
Andrea: Una lee y lee, y va trayendo ideas, trayendo palabras, trayendo frases, y, en el caso de nuestro nombre, Aterciopelados viene de un libro de Simone de Beauvoir, de ‘La mujer rota’, donde encontré la frase que dice: “Aterciopelada flor de la pasión”.
—Se están cumpliendo 30 años de ‘El Dorado’, un disco histórico para el rock colombiano, ¿qué representa para su carrera musical?
Andrea: El año pasado hicimos un concierto con todo el repertorio de ‘El Dorado’, y nos fue superbién. Lo grabamos aquí en Bogotá y nos ganamos un Grammy Latino. Estuvo bien bonito. Y el otro año cumple ‘La pipa de la paz’ y parece que vamos a hacer algo al respecto.
Héctor: Claro, ‘La pipa de la paz’, cumple 30 años y vamos a celebrarlo. Y también vamos a redoblar el llamado a la por la paz.
Pero, para nosotros ‘El Dorado’ significa, primero que todo, el disco más conocido y más laureado de Atercipelados, que nos llevó a varios países y nos hizo conocer toda Latinoamérica.
Y también su nombre es una forma de reivindicar nuestras raíces ancestrales, que de pronto en esa época no estaban muy bien reconocidas en este territorio, esa generación apenas estaba como redescubriendo todo el poder del mestizaje.
Es importante volver a las raíces, saber de dónde venimos, quiénes somos, cuál es la historia de este territorio, y creo que ‘El Dorado’ representa todo eso. Además de lo que dice la canción, que llevamos una riqueza espiritual dentro de nosotros.
—Hay una canción en ese disco titulada ‘Sueños del 95′, ¿cómo han cambiado los sueños de Aterciopelados en 30 años?
Andrea: Esa canción tiene su lado “dark”, porque dice que “flotar como Ofelia en la bóveda celeste”, y después “ser mariposa, morir mañana”, hay su tendencia oscura allí. Pero era superrica de tocar, con aquello al final de “contenta estoy que brinco”.
Y sí, pienso que hay que intentar estar contento, porque como que entre más adulto y más responsabilidades y más cosas llegan, se embolata más la alegría. Por eso ser músico es lindo, porque de todas maneras estás haciendo una militancia por la paz y por la armonía y por la alegría. Eso es bonito y los rescato de aquella época. Entonces, puedo decir “Sueños del 2025 de contenta estoy que brinco”.
Recomendados de OML para este miércoles 10 de septiembre
Pilar Quintana
La caleña presentará su novela ‘Noche negra’, historia de terrores internos y externos que ocurre en el Pacífico colombiano. Conversará con Catalina Villa, a las 5:00 p. m., en la plazoleta central de Bibliovalle.
Héctor Abad Faciolince
Después de diez años, el escritor antioqueño estará en Cali para presentar su más reciente libro ‘Ahora y en la hora’. A las 6:30 p. m., en la plazoleta de la Biblioteca Departamental.
Fernanda Trías
La escritora uruguaya presentará su nueva novela ‘El monte de las furias’, la historia de una mujer que vive sola en una montaña, donde, de repente, aparecen cadáveres. A las 3:00 p.m.; auditorio Jorge Isaacs.