Con su trabajo por varias décadas en la planta de Mondelez, antes Cadbury Adams, trabajadores sacaron adelante a sus familias y dieron estudio a sus hijos. Retratos de algunos de los 480 operarios que se quedaron sin empleo.
"En un comunicado de dos minutos nos destruyeron la vida a todos". Así resumió Jose Luis Mosquera, operario desde 1987 de la antigua planta de Chiclets Adams que cerró en Cali, el dolor que sintieron los 480 empleados al ser notificados de que su contrato laboral había terminado. Lea también: Cierre de la planta de Chiclets Adams es una mala noticia para la economía vallecaucana
"Yo viví todo el crecimiento de la compañía. Cuando la planta empezó solo habían seis pequeñas máquinas. Le entregamos todo nuestro esfuerzo y juventud y la hicimos crecer. Mucho", cuenta con lagrimas. Hace una larga pausa. Toma aire. Aparta la mirada para continuar diciendo: "Es duro para nosotros porque después de tanto... simplemente te sacan".
Con la voz entrecortada reanuda su relato en el que detalla cómo gracias a su labor en la empresa pudo sacar adelante a su familia. "Pude ver crecer mi hija mayor, tenía un año cuando entré y ahora tiene 29 años. Gracias a la empresa ella es profesional. Pero tengo dos niñas de 19 y 8 años, y además tengo que velar por mi madre", afirma preocupado por su futuro ahora.
Como Jose Luis, cerca de 50 trabajadores más que pertenecen al sindicato de Trabajadores de Cadbury Adams, Sintracadbury, decidieron montar sus carpas que apenas empiezan a ser acondicionadas en la entrada de la planta ubicada en la Carrera 4 Norte # 64-10, del barrio Calima. Esto, con la única esperanza de lograr ser escuchados y dar reversa a una decisión que dicen no entender.
Mario Castaño, otro de los operarios, cuenta con orgullo que fue fundador de Sintracadbury y el miembro con mayor tiempo en la compañía. Fueron 28 años y medio los que dedicó a la que llamó "la mejor empresa a nivel nacional, Chiclets Adams".
Al hablar sobre el futuro que les espera, Castaño no puede contener el llanto. Esto es muy duro porque muchos se quedan sin trabajo, nos acabaron con los sueños. Solo espero que la gente se pueda ir para su casa con una liquidación justa, afirma.
Además, reitera que fue la última administración (Mondelez Internacional) la que acabó con la empresa y ofrece a los trabajadores arreglos (retiros voluntarios) "injustos". "La ganancia laboral de una persona al año en una empresa de estas es de 40 millones de pesos y nos vienen a liquidar con un promedio de 6 a 7 millones de pesos. A alguien que trabajó por 20 años le dan un poco más de 100 millones y eso no es nada. Es un descaro de la empresa un arreglo tan injusto", precisa.
Sin embargo, muchos de sus compañeros anhelan que la planta no sea cerrada y así regresar a sus puestos de trabajo.
"Realmente yo lo único que quiero es mejorarme del pie y que todos regresemos al trabajo de nuevo", dice Jhon Jairo Franco, quien labora hace nueve años en la empresa y sufre de compresión en el túnel del tarso, dolencia que lo tiene incapacitado.
El operario, quien se ayuda de un bastón para caminar, asegura que tuvo que recurrir a un médico particular para que lo diagnosticara adecuadamente ya que en la empresa no lo hicieron.
Esta complicación de salud lo hace temer por su futuro laboral y el de su familia: Yo ya tengo 43 años y con este problema en dónde podría buscar un trabajo. Tengo a mi esposa y tres hijos. El menor tiene solo dos años y medio, le queda todavía una vida por delante, apenas está empezando. Lea también: ¿Está perdiendo el Valle su competitividad?, hablan los expertos
[[nid:423352;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/05/mondelez-sindicatos-protesta.jpg;full;{Eduardo Casquete tiene una lesión de ligamento cruzado a causa de su actividad en la planta en la que trabajo por 21 años. Foto: Carlos Salinas | El País}]]
Similar situación vive Eduardo Casquete, quien con muleta en mano, asegura que debido a la actividad que realizó por 21 años en el área de recubrimiento de pastillas de la planta, una de sus rodillas sufre un problema de ligamento cruzado. "Son las secuelas de todos estos años de trabajo, eso trae consecuencias y tuvieron que operarme", recuerda.
Casquete está preocupado porque considera que a los 47 años y con una lesión no conseguirá empleo en ningún lugar y su familia depende de su trabajo. Mi hijo mayor tiene 19 años y el menor tiene 12. Yo aún tengo que velar por su bienestar y su educación.
Además, considera como una falta de respeto que cuando uno está enfermo te dan la espalda.
Y el mismo temor se repite una y otra vez entre los trabajadores que permanecen sentados compartiendo largas tertulias sobre el futuro de la empresa. Hemos entregado la vida a la empresa, asegura Hector Fabio Zapata, quien por 20 años laboró en Mondelez.
Se pregunta en dónde les darán trabajo, si así como él (52 años), la mayoría de los trabajadores ya tienen una edad avanzada. Esperemos a ver qué se hace, si nos arreglan hay que buscar en qué se invierte, reflexiona.
La multinacional dejará de fabricar productos de la categoría de snacks y otras golosinas semisólidas en esta planta y dicha producción será trasladada a México.
Asamblea permanenteEl vicepresidente de Sintracadbury, Gerardo Aguilar, aseguró que permanecerán en asamblea permanente a la espera de que se les defina su situación.
"Nosotros lo que queremos es que la empresa sea reabierta y continuar con nuestros trabajos. Los dirigentes de las dos organizaciones (Sintracadbury y Sintraimagro) se encuentran llevando una serie de documentos al Ministerio de Trabajo para demostrar que la empresa procedió de mala forma y que no tienen el aval de ningún ente gubernamental", aseguró.
El operario indicó que hasta el momento no se tiene un consolidado, pero se calcula que unas 150 personas ya accedieron "bajo presión" a firmar los retiros voluntarios.