El crecimiento de la economía nacional para el segundo trimestre del año de 2,1 % no colmó las expectativas de los diferentes sectores que proyectaban una cifra de 2,6 %.
Los datos del PIB, entregados por el Dane, evidenciaron que la mayor contribución al crecimiento lo aportaron el comercio y reparación de vehículos (5,6 %), agricultura, caza, ganadería, pesca y silvicultura (3,8 %) y administración pública, defensa y servicios en salud (1,8 %).
Para Juan Diego Lobo, profesor asociado de Economía de la Universidad EAN, si bien es una buena noticia ver que la actividad productiva primaria evidencia una recuperación y avances importantes, la contribución de administración pública al crecimiento sigue siendo una señal de cautela.
“Este comportamiento contrasta con sectores estratégicos de la economía colombiana para los cuales el comportamiento se quedó corto frente a lo deseado, por ejemplo, la industria manufacturera con un bajo crecimiento de 0,9 %”, explicó Lobo.
Frente al resultado de la industria, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, sostuvo que preocupa que siga manteniéndose “en un nivel muy por debajo al repunte de la economía en general”.
“Hay retos como continuar mejorando la calidad del empleo, ya que si bien, ha venido disminuyendo la tasa de desempleo, esto ha sido porque crece la actividad por cuenta propia y, por lo tanto, persiste el problema de la informalidad”, resaltó.
De otro lado, la contracción de sectores estratégicos como vivienda (-3,5 %) y minas y canteras (-10,2 %) también preocupa a los analistas, pues estos son generadores de una cantidad importante de trabajos al estar encadenados con múltiples actividades productivas a nivel nacional.
“Aunque la explicación oficial dada para la caída de minas y canteras fue una baja en la demanda internacional por carbón y minerales como el oro, es difícil separar la justificación de la noticia reciente de la caída del 33,2 % de las utilidades de Ecopetrol y el efecto tangible de los lineamientos de Gobierno en materia de exploración y explotación de hidrocarburos y minerales en el sector energético”, agregó Juan Diego Lobo.
Precisamente, Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, destacó con preocupación que la minería es el sector que más decrece en Colombia, según el Dane el PIB minero cayó 14,4 % en el segundo trimestre de 2025.
“Este descenso refleja el impacto de las políticas del Gobierno: regulaciones restrictivas y un entorno de incertidumbre que afectan la inversión. ¿El resultado? menos empleo, menos desarrollo y menos competitividad, especialmente en las regiones más vulnerables”, afirmó.
César Pabón, director de Estudios Económicos de Corficolombiana, coincidió en decir que la sorpresa negativa la dio el sector minero y le sumó el sector de la construcción con una caída de 3,9 %, “que son los dos sectores que más jalonan encadenamientos en la actividad económica”.
Para Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, las cifras demuestran que la reactivación económica es aún muy débil y vacilante. Sin embargo, destacó el crecimiento del cluster de comercio, gracias al aumento de ciertos consumos de los hogares colombianos.
Desde el Bbva Research resaltaron de los resultados del PIB el crecimiento de la demanda final interna con un repunte anual de 4,2 %, impulsada por un gasto de consumo final de 3,8 % (hogares: 3,7 % y gobierno 3,9 %) y por una formación bruta de capital de 6,4 %.