'No por madrugar amanece más temprano’, reza el conocido refrán que bien podría aplicarse a los niveles de productividad de los colombianos, los cuales aunque inician su jornada laboral más temprano que en otros países del mundo (6:31 a.m.), paradójicamente son los más improductivos.

Así se desprende de un estudio de productividad publicado por la Ocde, el cual señala que Colombia se ubica como la nación con la jornada más larga por número de horas de trabajo, pero no así la de mayor rendimiento pues solo aporta a la economía local US$19,50 por cada hora laborada.

Luisa Fernanda Cadavid, directora de Fortalecimiento Empresarial de la Cámara de Comercio de Cali, confirmó que en el país hay grandes retos en términos de productividad.

Uno de ellos es la productividad laboral, la cual busca el mejoramiento del desempeño de la empresa, a través del recurso humano y el incremento del valor agregado por trabajador.

Explicó que de acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad, en Colombia se necesitan casi cinco trabajadores para producir el mismo valor agregado que uno en Estados Unidos.

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“Precisamente al contar con bajos niveles de productividad, debemos trabajar más horas para lograr producir, al menos, la misma cantidad de productos o servicios”.

“Esto está asociado a factores exógenos como las brechas en movilidad y conectividad para los colaboradores, y principalmente, a factores endógenos que afectan la productividad laboral tales como la falta de organización y planificación, la cultura organizacional, el liderazgo, entre otros”, reiteró.

Dijo también que a través de programas como Fábricas de Productividad se busca mejorar la productividad de las empresas, mediante la asistencia técnica en nueve líneas de servicio, una de ellas es justamente la productividad laboral.

En ese sentido, afirmó que las empresas que han participado en esta línea han mejorado su productividad en promedio 13 %.

“Tenemos el ejemplo de una fábrica de alimentos muy conocida por todos los caleños que identificó las acciones que generaban desperdicios en su proceso productivo para la línea de plátano; con las mejoras que introdujo no solo incrementó en un 28 % su productividad, también aumentó su capacidad de producción lo cual le permitió optimizar los turnos y horarios de trabajo en su planta”, precisó Cadavid.

Por su parte, Pavel Vidal Alejandro, profesor del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali y uno de los creadores del Indicador Mensual de Actividad Económica, Imae, sostuvo que el estudio confirma otros análisis que muestran que la mejora en productividad es una de las tareas pendientes para la mayoría de las economías latinoamericanas, incluyendo a Colombia.

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Para el docente, las horas laboradas son un elemento que influye en la productividad, pero no es el único.

“Es necesario invertir en tecnologías, procesos de automatización y digitalización, educación, infraestructura y logística. Y justamente en muchas de estas áreas tenemos en Colombia algunos déficits reconocidos”, aseguró.

Otro elemento es el tamaño de las empresas. Un estudio de hace algunos años del Banco Mundial (que justamente comparaba América Latina con Asia) mostraba que la menor productividad en la región en parte respondía al menor tamaño de las empresas y su evolución.

De ahí que en Asia es más fácil que las empresas más competitivas crezcan y con el incremento de la escala mejoren la competitividad, pero en Colombia “no solo tenemos muchas Pymes (muchas informales), sino que gran cantidad de ellas quedan siempre como Pymes y no trascienden a una escala mayor, tal vez por barreras regulatorias, altos costos parafiscales o la poca apertura internacional”.

Para que el esfuerzo laboral se aprecie a gran escala y contribuya al crecimiento del PIB, es indispensable que las empresas innovadoras puedan aumentar su tamaño, anotó Vidal Alejandro.

De otro lado, Colombia es una economía que importa y exporta relativamente poco y participa muy poco de las cadenas globales de valor para la producción internacional de bienes manufacturados.

Jhon James Mora Rodríguez, coordinador del Observatorio Regional del Trabajo y profesor titular del Departamento de Economía de la Universidad Icesi, coincidió que en Colombia el número de Pymes es más alto que en otros países de la Ocde. “Esto lleva a que grandes cambios y avances tecnológicos que realizan las grandes empresas vía economías de escala y que aumentarían la productividad laboral no se puedan incorporar en la estructura productiva del país lo cual afecta la productividad laboral”.

Para Mora Rodríguez si bien es cierto que el país tiene la jornada laboral más larga, esta solo cobija a algo menos del 50 % de los trabajadores, ya que estos son los que están formalmente trabajando por lo que no se tiene información de más del 50 % que están en condiciones de informalidad.

“Hay que recordar que Colombia tiene una de las mayores tasas de informalidad laboral”, insistió el profesor.

Un tema cultural y organizacional

De otro lado, Andrés García Suaza, profesor de Economía de la Universidad del Rosario, apuntó a que podrían haber unos temas culturales asociados con este tema.

De igual forma, precisó que podría estar asociado también a aspectos como la eficiencia, la movilidad, pero también la distribución de las actividades económicas que hay en las ciudades.

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“Hay una ley reciente que se aprobó en el país que reduce de manera gradual la jornada laboral, pero siguen siendo muchas horas de trabajo.

Creo que hay factores que se van sumando como menos tecnificación e inserción de la tecnología; los mismos temas organizacionales afectarían la productividad”, expresó el docente.

Añadió que igualmente la productividad está muy relacionada con la formación para el trabajo.

Desde hace tiempo, indicó, se viene advirtiendo que lo que necesita el sector productivo no lo está encontrando en el mercado y entonces hay una persistencia del desempleo.

“Esto es la radiografía de que en efecto hay una brecha entre las demandas de las cadenas de abastecimiento y las habilidades que tienen los trabajadores. La incidencia de los trabajadores que se forman para el empleo en Colombia no pasa del 5% comparado con otros países en los cuales hay una actualización permanente que les permite mantenerse productivos y actualizados en las labores que realizan”, dijo García Suaza.

De otro lado, Juan Carlos Ramírez Ferro, presidente de la Federación Colombiana de Gestión Humana, Acrip, dijo que “no necesariamente es cierto que por estar más temprano en el trabajo seamos más productivos”. “Esto es un sofisma”, insistió.

El otro tema a tener en cuenta son las horas trabajadas. Según Ramírez Ferro, todos saben que hay una curva donde en la medida en que las personas trabajan más horas al día pueden empezar a sufrir fatiga y aunque puede que el rendimiento sea bueno durante una semana también puede pasar que al tener este comportamiento durante un tiempo muy prolongado enfermen y terminen incapacitándose.

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“Entonces creo que todo depende de la dosificación y de entender la realidad económica del país, pero sobre todo creo que lo que genera una mayor productividad y me refiero a cualquier sector económico, es un buen ambiente laboral, donde haya buenas condiciones de logísticas para desempeñar la labor y haya un trato justo hacia el trabajador”, puntualizó Ramírez Ferro.

“Hay una ley reciente que se aprobó en el país que reduce de manera gradual la jornada laboral, pero siguen siendo muchas horas de trabajo.

Creo que hay factores que se van sumando como menos tecnificación e inserción de la tecnología; los mismos temas organizacionales afectarían la productividad”, expresó el docente.

Añadió que igualmente la productividad está muy relacionada con la formación para el trabajo.

Desde hace tiempo, indicó, se viene advirtiendo que lo que necesita el sector productivo no lo está encontrando en el mercado y entonces hay una persistencia del desempleo.

“Esto es la radiografía de que en efecto hay una brecha entre las demandas de las cadenas de abastecimiento y las habilidades que tienen los trabajadores. La incidencia de los trabajadores que se forman para el empleo en Colombia no pasa del 5% comparado con otros países en los cuales hay una actualización permanente que les permite mantenerse productivos y actualizados en las labores que realizan”, dijo García Suaza.

De otro lado, Juan Carlos Ramírez Ferro, presidente de la Federación Colombiana de Gestión Humana, Acrip, dijo que “no necesariamente es cierto que por estar más temprano en el trabajo seamos más productivos”. “Esto es un sofisma”, insistió.

El otro tema a tener en cuenta son las horas trabajadas. Según Ramírez Ferro, todos saben que hay una curva donde en la medida en que las personas trabajan más horas al día pueden empezar a sufrir fatiga y aunque puede que el rendimiento sea bueno durante una semana también puede pasar que al tener este comportamiento durante un tiempo muy prolongado enfermen y terminen incapacitándose.

“Entonces creo que todo depende de la dosificación y de entender la realidad económica del país, pero sobre todo creo que lo que genera una mayor productividad y me refiero a cualquier sector económico, es un buen ambiente laboral, donde haya buenas condiciones de logísticas para desempeñar la labor y haya un trato justo hacia el trabajador”, puntualizó Ramírez Ferro.