El nuevo gerente general del Banco de la República, Leonardo Villar Gómez, es un destacado economista egresado de la Universidad de los Ándes en Bogotá, tiene estudios de doctorado (PhD) en Economía, en los Estados Unidos. Hace poco más de un mes asumió las riendas del banco Emisor de Colombia, en reemplazo de Juan José Echavarría.

La mayoría de sus colegas y amigos lo definen como un hombre tranquilo, moderado y de muy buen humor. Es un gran conocedor del sistema financiero y no es la primera vez que toma asiento en la Junta Directiva del Banco de la República.

Entre los meses de febrero de 1997 y marzo del 2009 fue codirector de la institución, lo que también lo hace un gran conocedor de los temas sobre inflación y comportamiento de las tasas de interés.

Es un apasionado de la economía y como él mismo dice... está muy entusiasmado de volver a una institución que quiere mucho.
De hecho el Banco de la República no solo es el órgano rector del sistema financiero colombiano sino que es una de las entidades más prestigiosas del país.

Villar Gómez sostiene que tal como ocurrió el año pasado, este 2021 también será una vigencia de grandes desafíos.

Uno de ellos es la recuperación del empleo y el otro la reactivación de la actividad económica, pues la incertidumbre es todavía muy grande.

Aún así, se percibe optimista y señala que la perspectiva para este 2021 es de crecimiento alto, con lo cual podrá revertirse parte de la caída del PIB observada en el 2020.

No obstante, el buen desempeño de la economía que mostraba el país antes de la pandemia probablemente se alcanzará hacia finales del año 2022.

Explicó que el hecho de que los precios de la canasta familiar hayan disminuido fuertemente en el 2020 son muestras de la intensa recesión que afronta Colombia.

Sobre estos y otros temas de interés nacional, así habló el señor Villar Gómez.

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Este año el rango de la inflación es similar al del 2020, entre 2% y 4% con una media de 3%. Teniendo en cuenta que el impacto de la pandemia seguirá por más tiempo, ¿es posible que la cifra promedio del IPC se ubique por debajo del 3%, tal como ocurrió la vigencia pasada, ya que no hay amenazas de presiones inflacionarias?

La fuerte contracción de la demanda asociada a la pandemia generó una presión a la baja sobre la inflación, llevándola de forma generalizada a niveles inferiores a los establecidos como meta por parte de los bancos centrales.

Esto ha facilitado instrumentar políticas monetarias fuertemente expansivas y llevar las tasas de interés a niveles históricamente bajos.
El hecho de que la inflación ha bajado tan fuertemente es, por un lado, un signo negativo de una recesión muy intensa, y, por otro lado, es algo que le da flexibilidad a la actuación del banco para apoyar a la economía.

Las perspectivas del equipo técnico del Banco de la República coinciden con las de la gran mayoría de los analistas del mercado en que la inflación se acercaría gradualmente hacia el 3% anual, que es la meta establecida.

La tasa de interés de referencia está en el nivel más bajo de la historia. Hay consideraciones para pensar que pueda seguir disminuyendo un poco más. ¿Considera que podrá ubicarse en 1,25%?

Como en muchos países del mundo, el Banco de la República debe ayudar a que la tasa de inflación se acerque a las metas establecidas, que son más altas que las tasas de inflación actuales. La búsqueda de ese propósito es la que explica que hoy contemos con tasas de interés de política de 1,75%, correspondientes también a mínimos históricos.

Hacia adelante, las decisiones sobre esas tasas serán adoptadas por la Junta Directiva con base en la mejor información disponible en cada momento.

El Gobierno estima que el PIB podrá repuntar considerablemente este año y podrá cerrar el 2021 en un 5%. El Banco es igual de optimista, ¿cuál es la proyección del Emisor en esta vigencia?

Las proyecciones del equipo técnico del Banco han sido actualizadas en el reciente Informe de Política Monetaria (publicado al cierre de esta edición).

La incertidumbre es todavía muy grande. Estas cifras están siendo revisadas siempre con la última información disponible.

En cualquier caso, la perspectiva para este 2021 es de crecimiento alto, con el cual se revertirá parte de la caída observada en 2020.

Los niveles de actividad que teníamos antes de la pandemia se alcanzarán probablemente hacia finales de 2022.

Si bien nadie tiene la bola de cristal sobre lo que pueda pasar con la tasa de cambio, hay analistas que dicen que este año podrá oscilar entre los $3.500 y $3.600. ¿Qué percepción tiene doctor Villar?

Uno de los mayores aciertos de la política monetaria y cambiaria del Banco de la República en las últimas décadas ha sido permitir una tasa de cambio flexible.

Como sucede en el caso de las monedas de los países avanzados, la tasa de cambio del peso colombiano se mueve libremente en respuesta a los múltiples impactos que sufren la oferta y la demanda de divisas.

En este contexto, resulta imposible predecir lo que pueda pasar con la tasa de cambio, ya que ella depende de demasiados factores, tanto internos como internacionales.

La tasa de cambio que se observa cada día refleja en buena medida lo que los diferentes actores del mercado de divisas están esperando sobre el futuro.

¿Cuál es su mayor preocupación este año en términos económicos o cuál es el principal reto que podrá afrontar el país?

El mayor desafío para el año que comienza es consolidar la recuperación del empleo y de la actividad económica tras la fuerte recesión que enfrentamos durante 2020.

Para que esa recuperación sea duradera deberá hacerse en un contexto que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica en el mediano y largo plazos.

A pesar de que hay mucha esperanza por la vacuna contra el covid y que hay quienes piensan que eso da un respiro en mercados y en la economía, ¿piensa que este año será igual de duro que el anterior?

Si bien sigue la incertidumbre sobre la pandemia, hay expectativas positivas frente al proceso de vacunación.

La existencia de vacunas contribuye de manera importante a calmar el panorama, tanto a nivel global como para el caso específico de Colombia.
Eso tardará unos meses en reflejarse en los indicadores de salud, pero muy probablemente ayudará a consolidar el proceso de recuperación económica que se encuentra en curso desde mediados de 2020.

Permítame hacerle una pregunta de corte personal... usted repite en el banco, claro en otra posición, ¿pero llegó a pensar que podía regresar al Emisor?

Lo que siento es el entusiasmo de volver a una institución que quiero mucho, donde trabajé durante 12 años en el pasado.

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