La extenuante final de Wimbledon este domingo entre el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, dio para todo.
Entre las jugadas llamativas, el talento que derrocharon ambos jugadores y la forma como definieron el último set, causó sensación la celebración final de Djokovic, quien se agachó un instante y simuló comer un poco del cesped, mientras movía su cabeza en señal de aceptación.
Luego el serbio se fundió en un abrazo con su rival para posteriormente saludar a la afición que lo ovacionó durante un buen rato.