Durante las últimas semanas los habitantes de la capital del Valle han sido testigos de cómo las aguas del río Cali, en puntos como el CAM, cambian de color por su mezcla con el líquido que baja del río Aguacatal.

Esta turbiedad, de color pardo, que en ocasiones ha estado acompañado de espuma a las orillas del río, es un problema recurrente que se hace más evidente cuando llueve sin que haya a la vista una solución.

Óscar Mauricio Rodríguez, líder del grupo de Recurso Hídrico del Dagma, explicó que esta contaminación tiene su origen en la quebrada El Chocho y se debe básicamente a dos razones: A las aguas residuales domésticas que arrojan las familias ubicadas en las cabeceras de los corregimientos Montebello y Golondrina, sumado a la contaminación que surge de las secuelas que dejó la práctica de minería en esta zona durante años.  Es más, todavía hay lixiviados que caen a la quebrada El Chocho y tiñen de pardo el río Aguacatal y luego el río Cali.

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En cuanto al manejo inapropiado de aguas, el profesional indicó que como autoridad ambiental el Dagma ha identificado cuatro puntos críticos de descarga. El primero en la cabecera del corregimiento Montebello, donde hay cerca de 25.500 habitantes sin una planta de tratamiento. Similar situación se genera en la vereda de Campo Alegre, que tiene 4800 habitantes y un sistema de tratamiento con falencias. También está la vereda Las Palmas que cuenta con 760 habitantes, pero no posee un sistema de tratamiento de aguas residuales, y por último, la vereda Los Limones, que tiene 375 habitantes.

“Hay otros puntos que son de descargas difusas, o sea aguas residuales domésticas que no están completamente inventariadas y que son producto, por ejemplo, de algunas fincas e invasiones”, agregó Rodríguez.

Según el Dagma, son alrededor de 30.000 personas las que están ubicadas en la cuenca del río Aguacatal y que a diario contaminan con diversos residuos la quebrada El Chocho.

En cuanto al impacto ambiental a causa de la minería en el sector, el profesional del Dagma aclaró que, aunque desconoce si continúa o no esa práctica, lo cierto es que estas minas al estar descubiertas siguen generando un nivel muy alto de acidez, que, con la lluvia, llega a los ríos y genera lo que se conoce comúnmente como caparrosa, que produce una coloración amarillenta sobre las piedras.

Ante estos hechos, el concejal Juan Martín Bravo advirtió que la Alcaldía de Cali y las autoridades del departamento, que tengan competencia, deben replantear las estrategias usadas para la resolución de este problema, ya que, según el cabildante, “aunque sea peligroso tocar el tema”, es necesario decir que “por años se han hecho los ciegos y sordos con la minería ilegal que se sigue practicando y que no ha tenido un control real, lo que deja en duda la efectividad e independencia de las autoridades”.

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¿Qué se está haciendo?

Si bien la problemática nace en una zona que es jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), desde la entidad se resaltó que no son los únicos responsables en la búsqueda de soluciones.

Sin embargo, “recientemente la CVC adelantó un convenio con la Universidad del Valle para realizar estudios de factibilidad técnica de tratamiento en sitio de los afluentes de caparrosa en la quebrada El Chocho”, comentó Adriana Ramírez, directora encargada de la Regional Suroccidente CVC.



Dichos estudios, encaminados a la creación de la planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar) en el corregimiento de Montebello, se estarían entregando la próxima semana. No obstante, un líder del sector, que pidió reserva de su nombre, aseguró sentir desconfianza con la propuesta, “porque durante años nos han tenido con pañitos de agua tibia y nada mejora”.

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Por ello, Francy Restrepo, directora del Dagma, afirmó que la construcción de la Ptar es primordial, pero “de igual manera los es la implementación de todos los sistemas para captar y tratar las aguas residuales que se siguen originando de las minas y afectan a la comunidad”.

Lo cierto es que, a la fecha, todavía no hay claridad de dónde se puede construir esta Ptar y en cuánto tiempo este ideal podrá ser una realidad para las comunidades afectadas y por el bien de las aguas de la quebrada El Chocho, el río Aguacatal y, finalmente, el rio Cali.

Comité Ambiental CAM 64

El Comité Ambiental Comunitario de Montebello es una iniciativa que vincula a diferentes organizaciones con el objetivo de fomentar la educación ambiental y el reconocimiento del territorio, para proteger los recursos naturales existentes en esta zona de Cali.

De esta iniciativa hace parte la Fundación Escuela Deportiva Montebello, Toxic Tour, la Junta de Acción Comunal y la Junta de Acción Local, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, así como personas naturales y otras organizaciones a nivel local y departamental.

Entre las actividades que fomenta el Comité está la capacitación y formación de la comunidad en aspectos del cuidado ambiental. Al respecto, Steven Zuluaga, líder social, ambiental y director de Toxic Tour, explicó que “se desarrollan recorridos para sensibilizar a propios y turistas sobre la problemática que viven las aguas del sector. También se programan jornadas de limpieza del río”, agregó.