Cali fue la ciudad donde tuvo el ‘golpe de suerte’ que marcaría su historia como el dueño del mercado de las gaseosas”.

Así describe Carolina Castrillón el inicio del emporio de Carlos Ardila Lülle, en el perfil empresarial realizado en el 2016 y donde cuenta cómo este joven bumangués de 23 años, recién graduado, gerente de la fábrica de Gaseosas Lux, llega a la capital del Valle para encargarse de la planta de esta ciudad.

Aquí desarrolló la fórmula de la manzana e incorporó el gas a la gaseosa. En 1954 hizo el lanzamiento de la bebida, durante los juegos atléticos nacionales celebrados en Cali. A los caleños les encantó, la primera gaseosa con sabor a manzana del mundo y en poco tiempo ganó el 70 % del mercado local.

Pocos años después Ardila Lülle adquirió la compañía Postobón -su competencia- y con ello empezó a construir un emporio industrial compuesto por casi 80 empresas, en diferentes sectores económicos que generan más de 40.000 empleos y que tuvo sus raíces en esta región.
Mayor productor de azúcar

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La vida empresarial de Carlos Ardila Lülle siempre estuvo ligada al Valle del Cauca, y quienes tuvieron contacto con él aseguran que se gozaba estar en este territorio.

Tal vez por eso pasó sus últimos años en su casa del sur de Cali, teniendo la opción de escoger cualquier otra ciudad.

El negocio de las gaseosas, del cual nació su emporio industrial, poco a poco lo llevó hacia la producción de azúcar, que es una materia prima esencial para sus procesos.

Por eso se acercó a los ingenios, y según cuenta Ricardo Villaveces, quien fue presidente de Asocaña, compró acciones de Manuelita, empresa que por los años 70 se transaba en bolsa.

“Esto lo llevó a tener una participación importante en el sector y en Manuelita que era propietaria del ingenio del Cauca, un compañía que era pequeña en esa época”.

Para finales de los años setenta Carlos Ardila Lülle llegó a un acuerdo con los propietarios de Manuelita y se quedó con el Ingenio del Cauca, con lo que entró de fondo a la producción de azúcar en el Valle. “Pasó de ser un comprador de azúcar que era su relación inicial, a convertirse en un verdadero azucarero, y se volvió el mas grande de todos”, destacó Villaveces.

Para la región esto fue clave porque comenzó una nueva etapa de la industria en la que Ardila Lülle hizo cuantiosas inversiones, impulsó la modernización y la internacionalización del sector, que para esa época tenía pocas exportaciones.

Fueron claves en la investigación e innovación con la que ha crecido la industria azucarera. Por ejemplo, su sobrino Juan José Lülle fue por 30 años presidente de Cenicaña, centro de investigación que ha liderado todos los avances en productividad de la caña.

“Tenía vínculos muy fuertes con el Valle, con los gremios locales, con las fundaciones y se convirtió en el principal productor de azúcar”, reiteró Villaveces.

Esto porque después de crecer Incauca, el empresario compró la mayoría de acciones del ingenio Providencia y hoy tiene una participación importante en el ingenio Risaralda. En estos hoy genera más de 8500 empleos que benefician a esta región.

El empresario Carlos Ardila Lülle también fue de los primeros del sector agroindustrial de la caña en meterse al negocio de la cogeneración de energía. Inició con la Corporación Autónoma del Valle, CVC, cuando esta entidad aún manejaba la producción de energía en el departamento.

Asimismo, cuando se abrieron las puertas a la producción de etanol en Colombia, fue de los primeros en incursionar en este campo.

Este desarrollo de la industria de caña ha hecho que el Valle del Cauca hoy sea líder en la producción de alcohol carburante y en la cogeneración de energía con bagazo de caña. De esta forma, según datos de Asocaña, hoy ocho ingenios producen azúcar, seis fabrican azúcar y etanol y uno produce solo etanol. Las 15 empresas del sector son cogeneradoras de energía.

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Otro de los negocios que consolidó la Organización Ardila Lülle en el Valle del Cauca es la producción de químicos industriales. Para el año de 1980, cuando se vuelven propietarios de Incauca, también se convierten en accionistas de la empresa Sucromiles y poco a poco aumentaron su participación. Para el año 2012 el conglomerado se queda con la totalidad de esta compañía.

Esta empresa que hoy se llama Sucroal produce ácido cítrico, citratos de sodio, de calcio, de potasio, entre otros. También hacen alcoholes, solventes, almidones y edulcorantes tanto para el mercado nacional como internacional.

El historiador Armando Barona Mesa destacó que Carlos Ardila Lülle fue un talento creando riqueza, aumentando el empleo y dando mayores ingresos al país. En ese sentido destacó que el Valle del Cauca ganó con la industria que lideró este empresario en la región porque hizo aportes en todos esos campos, “sin duda alguna era un personaje que le hacía bien a la sociedad, que lo que necesita es que se cree empleo y riqueza y que la gente pueda participar”.

Asimismo, Esteban Piedrahita, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, afirmó que el empresario Carlos Ardila Lülle tenía un especial cariño por el Valle del Cauca donde “no solo hizo importantes apuestas empresariales con las que generó empleo, riqueza, bienestar y pagó impuestos, sino fue mecenas de muchas causas sociales, una de ellas, con la Fundación Valle del Lili, que hoy es la mejor clínica del país”.

Precisamente desde el año 2011, varias de las empresas de Ardila Lülle, quien vivió sus últimos años en el sector de la Buitrera en Cali, hicieron importantes aportes a esta Fundación, esfuerzo que ha contribuido con el crecimiento de esa organización de salud.

La principal parte de esta donación se recibió para apoyar la ampliación de la clínica y la construcción del auditorio que lleva su nombre y que tiene una capacidad de 500 personas, de acuerdo con información de la Fundación. Vicente Borrero Restrepo, director de la Clínica, no duda en afirmar que Ardila, además de su maestro, ha sido uno de los grandes soportes de la institución.

Otros negocios

El legado de Ardila Lülle, quién murió en la mañana del viernes en Cali, no solo está plasmado en una industria azucarera innovadora y productiva, sino en cientos de negocio que lideró.

En el más reciente listado Forbes de las personas más ricas del mundo, Ardila figuró en la posición 1.362.

Hoy, la Organización Ardila Lülle tiene negocios en el sector automotor como propietaria de la red de concesionarios Los Coches y Los Autos. Es dueño del Diario La República y de medios como RCN, con sus divisiones de radio y televisión, además de NTN24 y WinSport. En el campo deportivo participa como propietario del equipo de fútbol Atlético Nacional.

Historia

  • Carlos Ardila Lülle nació en Bucaramanga el 4 de junio de 1930, en el seno de una familia de clase media.
  • Su padre era un comerciante y banquero nacido en Socorro Santander.
  • Estudio en el colegio jesuita San Pedro Claver en Bucaramanga y se hizo Ingeniero Civil en la Escuela de Minas de Medellín. No hizo estudios de posgrado.
  • Inició su vida en Bucaramanga, después estudio en Medellín y posteriormente se trasladó a Cali.
  • Se destacó por la pasión que ponía en los proyectos que emprendía, con jornadas de trabajo continuas de hasta 18 horas, según dicen quienes lo conocieron.