Algunos tienen más presencia en las calles, otros comunican mejor, unos aprovechan las tecnologías y otros, quizá, se confiaron. Analistas de las principales capitales opinan cómo les ha ido a sus mandatarios locales.

Cali: un papel protagónico

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, jugó desde el inicio de la pandemia un papel muy activo y protagónico, encargándose directamente de fomentar la disciplina ciudadana. Sin embargo, persisten fallas en la comunicación.

Dice el director de la revista Innopolítica, Jaime Gutiérrez, que el hecho de ser médico le dio una ventaja sobre los demás mandatarios del país: “Conoce el manejo epidemiológico que se le debe dar a la crisis y eso le ha servido para que Cali no colapse en la cobertura de los pacientes que tienen covid en estado grave”.

En efecto, las cifras le favorecen. Aunque la ciudad presentó elevados números de contagios, la curva se ha empezado a estabilizar, con tendencia a la baja.

“En una etapa muy temprana estuvo pendiente hasta del más mínimo detalle del manejo de la crisis, desde la fiesta que se hacía en un barrio periférico de la ciudad hasta los asuntos que tenían relación con restaurantes, bares y controles por parte de la Fuerza Pública en las vías”, plantea Gutiérrez. Pero dice que eso ha cambiado, pues Ospina entendió que esta estrategia “le pasa una cuenta de cobro física”.

Otro elemento importante en la gestión del Mandatario ha sido su defensa del uso de la ivermectina en el tratamiento del coronavirus. Aunque al principio fue muy criticado, al parecer, el medicamento ha mostrado resultados favorables.

En ese sentido, Gutiérrez sostiene que “sería bueno tener un alcalde con experiencia en atención clínica que posibilite que Cali pueda aumentar el tratamiento de los pacientes que lo requieran, en caso de que el Ministerio de Salud lo apruebe a plenitud”.

Por su parte, la politóloga Stefanía Gaviria cree que Ospina le ha dado un buen manejo a la pandemia: “Reconozco que se ha sentado con varios sectores de la sociedad, el sector privado, la academia, los sindicatos, la clase política y los ciudadanos de a pie, haciendo equipo para buscar alternativas y soluciones que permitan ver con más claridad el difícil momento que estamos atravesando”.

También le parece acertado que haya recorrido el territorio completo con sus secretarios “para que ellos conozcan de primera mano las necesidades de la comunidad”, al tiempo que otros analistas destacan la buena interacción que ha tenido con la Gobernadora del Valle, lo cual incluso facilitó que la Nación le entregará más ventiladores a la región.

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Bogotá: empática y con firmeza

A Claudia López, en Bogotá, se le ha reconocido su liderazgo y firmeza en la toma de decisiones. Pero le han llovido críticas por sus conflictos con el Gobierno Nacional y por algunas de las decisiones que ha tomado.

La politóloga Angélica Bernal, cree que López “ha mostrado liderazgo, control, un protagonismo que hace que se haya convertido en un referente en términos de la coordinación institucional en Bogotá para dar respuesta a la situación de emergencia”.

Agrega Carlos Andrés Arias, docente de la maestría en comunicación política del Externado, que es una mandataria empática y en eso radica el mayor de sus atributos como líder. “Ha sabido entender las dinámicas modernas de la comunicación política a través de las redes sociales y, con una narrativa de mensaje cercano y claro, conectó con las emociones de la gran mayoría los bogotanos”.

Sin embargo, los analistas también señalan algunos errores. “La Alcaldesa ha sido demasiado conservadora en la inversión pública para intentar atender dos frentes: el del fortalecimiento de la salud pública y el de la infraestructura social para atender a amplios sectores sociales que necesitan mucho más apoyo”, afirma Bernal, quien añade que la población está esperando más de ella.

Arias coincide con ese punto y agrega que las constantes confrontaciones con el Gobierno “la desvían de lo que debería ser su foco principal”.

Medellín: la tecnología a su favor

Nestor Julián Restrepo, coordinador de la maestría en comunicación política de la Universidad Eafit, resume la gestión de Daniel Quintero en tres momentos:

La primera etapa, dice, fue “el choque inicial”, cuando la pandemia llegó al país y los alcaldes debieron tomar decisiones de ensayo y error. “Lo importante fue que él tomó decisiones claves. Por ejemplo, Medellín fue una de las ciudades que hizo la primera cuarentena antes de que el Gobierno Nacional la decretara”.

El segundo tiempo ocurre cuando el virus ya hace parte del día a día de la ciudad. “Le va muy bien con su estrategia, usando las herramientas tecnológicas”, señala Restrepo. Durante este momento, el Alcalde fue visto como ejemplo nacional y hasta internacional en el manejo de la pandemia.

El tercer momento es el actual, donde el número de contagios ha aumentado considerablemente. Es cuando se empieza a ver un desgaste. Para el experto, se han evidenciado fallas comunicativas y dificultades en la coordinación con la Gobernación de Antioquia, que en un principio era armónica.

Bucaramanga: una narrativa triunfante

En los primeros meses de la pandemia, el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, tuvo un buen nivel de aceptación. Sin embargo, dicen analistas que se confió y que ahora esto se ve reflejado en el crecimiento de contagios.

Así lo cree el politólogo Julio Acelas, quien afirma que el Mandatario cometió un error que está empezando a pagar esa capital. “Los primeros cien días de la pandemia se montó en una narrativa triunfante por los pocos casos de covid. Ahora la ciudad se disparó”.

Plantea Acelas que hace poco creó un comité epidemiológico y que el “día cien el Alcalde determinó comprar ventiladores intermedios”, acciones que debió hacer antes.

Por su parte, el politólogo Gerardo Martínez cree que en la etapa de prevención Cárdenas actuó con prontitud, pero falló “en el alistamiento de los elementos para dotar a la ciudad de excelentes servicios en cuanto a salud”.

En cambio, le abona que no ha querido ser el protagonista de todas las acciones: “Eso en política no es bueno, pero en términos de construcción de la legitimidad es positivo”.

Barranquilla: falto respuesta rápida

Barranquilla inició su pico de contagio antes que otras ciudades del país, por lo que la capital del Atlántico atravesó por momentos críticos.

Para Ángel Tuirán, docente de la Universidad del Norte, el manejo inicial que el alcalde Jaime Pumarejo le dio a la pandemia no fue acertado en términos de comunicación y de respuesta rápida: “Los primeros mensajes estuvieron relacionados con la supuesta fortaleza del sistema de salud local, se llegó a comparar con el sistema de salud alemán”.

Asimismo, el profesor sostiene que se enfocaron mucho en promocionar los resultados del Gobernante, “cuando la comunicación debía apuntar más a la construcción de fortalecimiento de la cultura ciudadana”.

Pero el empresario y analista económico Joseph Daccarett considera que las medidas tomadas por el Mandatario barranquillero han sido las acertadas y que eso precisamente se nota en que la curva de contagios y letalidad de esa capital ha disminuido.

“En la apertura económica lo está haciendo bien, lentamente, revisando todos los protocolos”, asegura.