El espaldarazo que el presidente Gustavo Petro le ha manifestado a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en medio de las tensiones con Estados Unidos, podría repercutir directamente sobre Colombia.
Y es que, pese a que la Casa de Nariño y la Casa Blanca aún no logran levantarse por completo tras el impasse diplomático registrado en el primer semestre del año en curso, el Jefe de Estado ha dejado en claro su apoyo al país vecino.
De hecho, tan solo hace algunos días el Mandatario estuvo en el centro de la polémica por negar el ‘cartel de los soles’ una organización narcotraficante que, a juicio del suelo americano, es liderada por Maduro y por la que se duplicó la recompensa por información que llevara a la captura del mismo.
También se venía hablando de una posible invasión gringa a tierras venezolanas. Al respecto, el presidente Petro dijo: “Ni Colombia, ni la oposición venezolana en Venezuela, ni ningún latinoamericano que se respete, debe ni solicitar ni alegrarse con una invasión extranjera en nuestro suelo. Los problemas de los latinoamericanos y caribeños los solucionamos, los latinoamericanos y caribeños”.
La preocupación recae en que las declaraciones del Mandatario pueden volver a generar desacuerdos con la nación estadounidense y los efectos secundarios de esto perjudicarían a Colombia.
El punto más debatible tiene que ver con la eventual descertificación de Colombia en la lucha contra el narcotráfico, una decisión de la que el presidente Donald Trump ha dejado ver una gran posibilidad.
De adoptarse esta medida, el país avanzaría a un ritmo muy reducido en la eliminación de cultivos ilícitos, alcanzando poco más de 3000 hectáreas, una cifra muy por debajo de las 30.000 previstas.
Por este motivo, el excanciller Julio Londoño Paredes aseguró que mientras Colombia no participe de manera directa en un posible conflicto, su postura frente al régimen no tendrá un impacto significativo en Washington.
No obstante, por otro lado, el exfuncionario advirtió que sí podría afectar el clima necesario para sostener la certificación.
“Naturalmente, una actitud de esas características sí puede tener influencia en la decisión que tome el presidente Trump”, dijo Londoño en conversación con El Tiempo.
La doctora en Ciencia Política de la Universidad de Minnesota Sandra Borda, consultada por el mismo medio, aseveró que “frente a uno de los escenarios más desafiantes que ha enfrentado esta región en los últimos años, la respuesta del Gobierno colombiano está plagada de contradicciones, de información falsa y de desarreglo institucional”.
A propósito, la excanciller lamentó Marta Lucía Ramírez en su columna que el Gobierno colombiano, “en vez de respaldar la transición democrática en Venezuela, guarde un silencio cómplice e incluso haya ofrecido enviar tropas en defensa de Maduro, por quien EE. UU. ofrece una recompensa de 50 millones de dólares”.