La Procuraduría General de la Nación decidió revocar la suspensión disciplinaria impuesta a Alfredo Saade, exjefe de despacho de la Presidencia y actual precandidato presidencial.

La medida, que había entrado en vigor el 19 de agosto y estaba proyectada para tres meses, fue anulada tras una revisión interna del organismo de control. El propio Saade celebró la determinación en sus redes sociales, calificándola como una reivindicación frente a lo que considera un acto con motivaciones políticas más que jurídicas.

Según el organismo de control, las investigaciones preliminares señalaban que el exfuncionario habría influido en retrasos en la entrega de pasaportes y ejercido presión para la firma de un convenio con una entidad portuguesa y la Imprenta Nacional. No obstante, con la decisión de la Procuraduría, el proceso disciplinario queda en entredicho.

En su defensa, Saade afirmó que la medida “pareció más un acto político que jurídico”, y sostuvo que durante todo el tiempo “los pasaportes se siguieron entregando a los colombianos”. También subrayó que su compromiso “no está en los privilegios ni en los cargos, sino con el país, el poder popular y la transparencia en el servicio público”.

El exjefe de despacho agregó que está dispuesto a comparecer en los escenarios correspondientes para demostrar que no incurrió en falta disciplinaria. “Mi trayectoria política y mi labor en el campo son prueba de ello”, escribió, enfatizando que ahora puede continuar “con la frente en alto” tras la revocatoria.

La controversia alrededor de Saade escaló semanas atrás, cuando este responsabilizó públicamente al ministro del Interior, Armando Benedetti, de estar detrás de la sanción disciplinaria. La suspensión, además, había abierto el debate sobre los límites de la función administrativa en materia de documentos oficiales y sobre la transparencia en acuerdos internacionales como el planteado con Portugal.

La controversia alrededor de Saade escaló semanas atrás, cuando este responsabilizó públicamente al ministro del Interior, Armando Benedetti. | Foto: Semana

El caso no se limitó a Saade, la Procuraduría también abrió desde julio una investigación que incluyó a los excancilleres Luis Gilberto Murillo Urrutia y Laura Sarabia Torres, vinculados a la misma controversia.

Tras su salida de la Presidencia, Alfredo Saade sorprendió con el anuncio de su precandidatura en la consulta del Pacto Histórico para las elecciones de 2026. Según él, la decisión fue consultada previamente con Gustavo Petro.

En su discurso de lanzamiento, el autodenominado pastor adoptó un tono más confrontacional, habló de promover una Asamblea Nacional Constituyente que permita la reelección de Petro, de la regulación de medios de comunicación, del cierre de la Procuraduría y de medidas más duras contra la corrupción y el narcotráfico ligado a la política.

“El Congreso tendrá que trabajar de frente con el pueblo o será cerrado”, advirtió, marcando un discurso de ruptura frente a las instituciones actuales.

La revocatoria de la suspensión, más allá de lo jurídico, le otorga un nuevo impulso en su aspiración política y lo posiciona en el centro del debate nacional.