La declaratoria de un Parque Nacional Natural en Colombia es uno de los procesos más complejos que existen por la gran cantidad de unión de voluntades que existe en su génesis. En este caso, más de 20 instituciones, organizaciones sociales y la participación activa de la comunidad local, han unido todos sus esfuerzos y conocimientos para llegar a un acuerdo que en Colombia hace 9 años no se daba (2014 - Bahía Portete Kaurrele).

El 2 de diciembre de 2023, el país celebró la declaratoria del área protegida número 61 del Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia. Esta serranía, ubicada en el municipio de San Martín de los Llanos, en el corazón del departamento del Meta, resguardará aproximadamente 68.030 hectáreas que albergan 12 ecosistemas estratégicos pertenecientes a la región natural de la Orinoquía, caracterizadas por su gran biodiversidad.

Serranía de Manacacías, ubicada en el municipio de San Martín de los Llanos, en el corazón del departamento del Meta. | Foto: Parques naturales

Un canto llanero de conservación

La designación de esta área protegida, se fundamenta en su destacada relevancia ecológica, albergando ecosistemas poco representados en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Colombia, como las sábanas estacionales tropicales, los bosques de galería tropical, humedales y cuerpos de agua. Esta decisión surge tras un proceso participativo en las comunidades locales, donde se facilitó un diálogo social que culminó en la creación del área protegida.

Según Tomas Walschburger, científico senior de The Nature Conservancy Colombia, el río Manacacías posee una singularidad hidrológica al mantener conexiones directas con los ríos andinos del Meta, desempeñando un papel crucial en la regulación hídrica de la región. Además, el área es hogar de una impresionante diversidad biológica, albergando numerosas especies de aves, mamíferos y peces de agua dulce, incluyendo especies amenazadas y nuevas para la ciencia.

Luis Olmedo Zamora, director de Parques Nacionales Naturales de Colombia, destaca la importancia del diálogo social en la creación de áreas protegidas, resaltando el compromiso del país en alcanzar metas de conservación como la protección del 30% del territorio nacional para el 2030.

La vista aérea de Puerto Gaitán, a orillas del Manacacías, no deja ver algunas realidades.

“Hemos hablado de hacer la paz con la naturaleza y para poder alcanzarla necesitamos del diálogo social. Un diálogo social en el que todos trabajemos para alcanzar metas importantes de conservación como la de proteger el 30% de nuestro territorio antes del 2030. El Parque Nacional Serranía de Manacacías es un perfecto ejemplo de cómo se puede crear un área protegida a partir del diálogo”, plantea Luis Olmedo Zamora.

El buen estado de conservación de la serranía se atribuye en parte a la presencia histórica de pobladores locales y, en cierta medida, a los efectos del conflicto armado, que mantuvieron la región aislada de proyectos de desarrollo a gran escala durante décadas. La declaración del Parque Nacional Serranía de Manacacías contribuye a la representatividad del sistema de áreas protegidas, así como a la conectividad y regulación hídrica regional.

La Serranía de Manacacías ejemplifica cómo la colaboración y el consenso pueden conducir a la protección efectiva de la biodiversidad y a la construcción de la paz con la naturaleza. | Foto: Parques naturales