El alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, amenazó con cerrar al periódico El Nuevo Día, tras expresar su desacuerdo con el cubrimiento de las noticias referentes a su Gobierno.
El Mandatario local se negó a responder una pregunta formulada por la reportera Claudia Melo, asegurando que el diario de los tolimenses se ha dedicado a “ver cómo destruye esta Administración”.
“Yo me puedo ir hasta el periódico a mirarle y mandarle la inspección sanitaria y todo, y voy a encontrar que el periódico no llena la cosa de riesgos, que no llena esto, que no llena lo otro y cierro el periódico porque le falta esto o lo otro. Qué tal yo fuera así”, dijo el Gobernante después de que el pasado martes el diario publicara unas fotografías que mostraban semáforos averiados y canecas dañadas en el centro de Ibagué.
Periodistas de otros medios locales y el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, fueron testigos de la actitud beligerante del Mandatario local contra la periodista Melo y El Nuevo Día.
La reportera ya había sido víctima de la ira de Jaramillo el pasado 13 de agosto, cuando la insultó diciéndole “chiquita y enredadora”, durante un evento organizado por Findeter en el Hotel Estelar de esa localidad.
De igual forma, el Mandatario ibaguereño prohibió a El Nuevo Día formularle preguntas y lo señaló de ser “duquista”.
La Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, ha rechazado en varias ocasiones la estigmatización y los ataques de Jaramillo a la prensa local, comunicándose con él en 2016, cuando se comprometió a respetar la libertad de prensa.
Además, en agosto de 2017, le envió una comunicación recordándole sus deberes como servidor público y pidiendo garantías para la prensa en Ibagué.
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