Este 11 de septiembre, la Aeronáutica Civil de Colombia informó a través de un comunicado oficial, que adelanta una investigación técnica de seguridad operacional, debido al grave incidente registrado el pasado 10 de agosto en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional José María Córdova de Rionegro, Antioquia. Donde ese día, dos aeronaves, una de Avianca y otra de LATAM, estuvieron peligrosamente cerca de colisionar en pleno vuelo.
Según las denuncias iniciales, los aviones habrían quedado a tan solo 800 metros de distancia en el aire, poniendo en riesgo la vida de más de 250 pasajeros que viajaban en ambas aeronaves.
Datos de plataformas públicas como Flight Radar señalan que la separación vertical llegó a ser de apenas 30 metros, una cifra que está muy por debajo de los mínimos de seguridad exigidos internacionalmente, los cuales son: 1.000 pies (aproximadamente 300 metros) en altitud y 5 millas náuticas en distancia horizontal.
El vuelo de LATAM, identificado como ARE4320, se dirigía a Montería y ascendía a 10.900 pies, mientras que el vuelo AVA9285 de Avianca, proveniente de Cartagena, se aproximaba a Rionegro a 11.000 pies.
La coincidencia de trayectorias encendió las alarmas entre pasajeros y expertos en aviación, pues el margen de separación fue insuficiente para garantizar la seguridad aérea.
Incluso, algunas denuncias apuntan a que los controladores de tránsito aéreo a cargo del sector norte habrían estado utilizando teléfonos celulares durante el momento crítico.
Además de esto, en otras de las denuncias, también se cuestiona que la Aeronáutica Civil, en un primer informe interno, habría clasificado el hecho con baja gravedad, lo que generó sospechas sobre un posible intento de minimizar responsabilidades tanto de las autoridades como de las aerolíneas.
¿Qué respondió Aerocivil?
Pese a las primeras reacciones de Aerocivil, a un mes y un día del incidente, en el comunicado oficial de este 11 de septiembre, la entidad aseguró que activó un proceso de investigación técnica que se desarrolla bajo los protocolos internacionales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El objetivo, indicó la entidad, es identificar los factores contribuyentes y hechos relevantes, para luego emitir un informe transparente con los resultados.
La investigación incluye el análisis de registros de radar, reportes de las aeronaves involucradas, fichas de progreso, testimonios y demás evidencias disponibles. La entidad reiteró que mantendrá informada a la ciudadanía y publicará los resultados una vez concluya el proceso.
Frente al uso de plataformas como Flight Radar, la autoridad aclaró que estas no constituyen fuentes oficiales ni técnicas para determinar la precisión de los eventos, pues sus datos son de carácter público y pueden diferir de los sistemas certificados que utiliza la Aerocivil.
Por último, la Aeronáutica Civil subrayó que cada investigación se adelanta con “rigor técnico, independencia y transparencia”, priorizando siempre la protección de la vida y la seguridad de los pasajeros.
“La seguridad aérea es un intangible no negociable para la autoridad aeronáutica colombiana”, puntualizó en su pronunciamiento.