El Salsódromo de la Feria de Cali llega este año con una novedad que cambia la dinámica del desfile más emblemático de la ciudad: por primera vez, las escuelas de baile y los bailarines competirán entre sí.
La decisión marca un giro en la forma como se vive el evento y responde, según su producción, al espíritu competitivo que históricamente ha caracterizado al baile caleño.
“Para esta versión 18 del Salsódromo tenemos una novedad muy positiva para los bailarines y sobre todo para el público”, explicó Rolando Patiño, productor general del Salsódromo.
“Este año las escuelas no solo participan, sino que estarán compitiendo por un primer, segundo y tercer lugar”, agregó.
La apuesta viene acompañada de un crecimiento sin precedentes en el número de participantes. El desfile pasará de 1.200 a 2.200 bailarines en escena, con un énfasis especial en las escuelas infantiles.
“Aumentamos sobre todo en las escuelas infantiles. Pasamos de 200 niños a 400, apoyando todo ese semillero que nace de los barrios y que se fortalece a través del tiempo en este ecosistema de la salsa”, señaló Patiño.
El concepto narrativo del Salsódromo también tiene una base clara: el barrio como origen y motor de la cultura salsera.
“Vamos a hacerle un homenaje al barrio, a cómo el barrio promueve toda la economía, no solo de la ciudad, sino todo ese ecosistema de la salsa”, explicó.
El desfile hará un recorrido simbólico por el pasado, el presente y el futuro de las actividades culturales y deportivas que han fortalecido a Cali, con un reconocimiento especial a la Feria como la gran fiesta que cierra el año.
La competencia se implementará específicamente en las categorías juveniles de las escuelas.
“Anteriormente participaban y se les entregaba un reconocimiento económico. Este año se les entrega un recurso base, pero estarán compitiendo”, detalló Patiño.
Un jurado será el encargado de evaluar distintas variables de calificación para definir los tres primeros lugares.
“Al bailarín caleño le encanta competir y por eso se ha implementado esta nueva decisión aquí en el Salsódromo”, añadió.
En escena estarán representados distintos perfiles del baile caleño: categorías infantiles y juveniles, la llamada vieja guardia —quienes promovieron la salsa desde hace décadas— y los bailadores, personas apasionadas por el baile que no pertenecen a una escuela formal.
“Estos son los contextos de los bailarines que harán parte del Salsódromo este año”, explicó el productor.
La logística del desfile contempla una operación escalonada. Los artistas comenzarán a llegar desde las 2:00 de la tarde y serán ubicados entre la carrera 66 y la carrera 56.
“Les entregamos un refrigerio y luego pasan a la zona de alistamiento para iniciar alrededor de las 7:00 de la noche”, indicó Patiño.
Los 2.200 bailarines estarán distribuidos en cinco alas, con 16 escuelas por cada una, lo que representa cerca de 400 bailarines por bloque y cinco paradas donde el público podrá disfrutar de espectáculos variados.
El llamado final es al comportamiento ciudadano.
“Recomendaciones básicas: ser cívicos y empáticos, y sobre todo no tirar harina ni espuma”, advirtió Patiño.
“La espuma afecta a los bailarines y a los artistas, puede afectar sus ojos y su desempeño”.
Este Salsódromo no solo será más grande. Será, por primera vez, una competencia abierta donde el talento del barrio, el semillero infantil y la pasión caleña se medirán al ritmo de la salsa.