Alexánder Durán, exsecretario de Salud de Cali entre 2015 y 2018, exdirector de la ESE de Ladera (2008-2015), fue el primer precandidato a la Alcaldía en entregar las firmas para sustentar su postulación ante la Registraduría.

Con 105.000 rúbricas, asegura que su capital es alto para arrancar en firme una campaña que lo lleve a ser el sucesor de Maurice Armitage porque, según él, es el momento de que la ciudad sea gobernada por alguien de extracción popular porque el tiempo de los empresarios y las “élites” ya pasó.

Dice que el haber hecho parte de las últimas tres administraciones y conocer la clase política le permite tener una candidatura con la capacidad de aglutinar a todos los sectores. “Lo que pasa es que estamos esperando hechos ciertos porque no estamos dispuestos a trabajar con gente que especule”.

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Usted es el primer precandidato en entregar firmas, ¿cómo fue ese proceso para recoger 105.000?

Nosotros somos un grupo netamente ciudadano que tiene un respaldo inicial que viene de mi círculo cercano, de mi familia, de mi trasegar por el sector salud, algunos empresarios. Nosotros no salimos a recoger firmas en la calle sino que estas firmas son producto de los círculos cercanos y pequeños, eso nos da la tranquilidad de que pudimos presentar una hoja de vida, unas ejecutorias y hay un reconocimiento por el cual la gente nos da su firma. Eso nos tiene muy tranquilos.

¿Usted cuenta esas 105.000 firmas como votos?

No, hay que reconocer que a pesar de que trabajamos de esa manera que le cuento, algunas personas nos escucharán en las apuestas y en algún momento podrán estar de acuerdo o no. Sin embargo, la forma como recogimos las firmas nos da una tranquilidad de que estamos muy cerca de esa cifra de simpatizantes en Cali.

En la ladera de Cali y especialmente en el sector salud, muchas personas lo conocen, ¿pero quién es Alexánder Durán para el resto de caleños?

Nací en Cali, hijo de papás caucanos: Papá negro de Caloto, mamá de El Bordo. Nazco en el barrio 7 de Agosto, estudio medicina gracias a una beca del Estado, específicamente otorgada por Emcali.

Me especializo en las ciencias administrativas y, por cosas del azar termino en la política, por médicos que hacen política: En Buenaventura con el médico de la sala, el internista Saulo Quiñones que participó en las elecciones y terminó siendo alcalde; luego vine al Hospital Universitario del Valle (HUV) y el gerente era Jorge Iván Ospina, que fue alcalde de Cali; luego uno de mis profesores, el doctor Rodrigo Guerrero médico epidemiólogo, se lanza a la Alcaldía de Cali y es alcalde; después busco un hombre dadivoso, en ese momento empresario del hierro, para hacer el Hospital de Siloé, y es un señor que se llama Maurice Armitage, que cuando queda alcalde me dice que quiere que yo sea su Secretario de Salud. Soy un hombre de carrera en lo público, el único cargo que me falta ocupar es el de alcalde.

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¿Por qué quiere ser Alcalde de Cali?

Pienso que hemos adquirido una experticia en lo público, tenemos un conocimiento de ciudad y aparte de eso, nos hemos cualificado para dirigir el público, queremos ponerle a los caleños una hoja de vida que sea una opción de alguien que tiene formación y que ha sido probado en esto del ejecutar el gasto público para plantearle soluciones a problemas crónicos que tenemos en la ciudad.

¿Cómo siguen sus relaciones con esas personas que usted conoce desde el sector de la salud y que terminaron siendo alcaldes?

Mi relación con Jorge Iván Ospina es de camaradería, de respeto por lo que hace. Con Rodrigo Guerrero también hay una relación fluida de asesoría, de opinión sobre lo que estamos haciendo; con don Maurice es con el que menos me he estado comunicando, él por sus ocupaciones y yo, por estar en campaña, pero igual con mucho respeto y con mucho afecto.

Pero en los pasillos del Centro Administrativo Municipal dicen que usted es el candidato del Alcalde...

Esta es una relación de afecto y tengo que reconocer que espero que en la medida en que avanza la campaña, él nos pueda apoyar. Pero no soy el candidato de la Administración Municipal. No sé en este momento qué apuestas tiene el Alcalde.

También comentan que Alejando Eder es otro de los precandidatos que es bien visto por el Municipio. ¿Él es su principal rival?

No, para mí no lo es, tenemos un target muy diferente por nuestros orígenes, unos espacios muy particulares. Mis verdaderos rivales están en los partidos tradicionales, en los candidatos de extracción popular.

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¿En qué quedó la campaña del ‘calipanismo’ con la que invitaban a varios candidatos a no hacer guerra sucia, va a terminar en una convergencia de un solo candidato?

En este momento Cali necesita una candidatura independiente que provenga de los sectores que representan el caleño promedio, personas como Michel Maya, como el profesor Hernando González, como el mismo Ray Charrupí... digamos que nos unen ciertas particularidades y es posible que exista una tercería que le compita a los partidos tradicionales.

¿Qué le cambiaría a la Administración de Maurice Armitage, de la que hizo parte y a la que le critican muchos aspectos de su gobierno?

La forma en que se comunican los mensajes políticos. El arte de gobernar es el arte de comunicar y no solamente por el tema de cómo se hacen los mensajes sino cómo se transmiten. La actual Alcaldía tiene un error ahí, pienso que ha ejecutado bastante, es un alcalde altamente ejecutivo, pero la forma en cómo se comunica, definitivamente es una de sus principales falencias.

El hecho de que Jorge Iván Ospina esté envuelto en escándalos de corrupción y que usted haya sido su pupilo, ¿no termina por enlodarlo también?

He sido funcionario y ordenador del gasto, y sé que siempre estamos sujetos a los cuestionamientos y a la revisión por parte de los órganos judiciales y tendrá que ser en derecho que se demuestre su relación y participación con lo que dicen. Soy un hombre respetuoso de la institucionalidad y si hay un fallo en ese sentido, lo diremos. Hasta ahora todo son simples investigaciones.

¿Por qué entregó tan pronto las firmas, de primero, cuando el plazo vence en un mes?

Yo fui hecho en la ciencia y con técnica, nosotros recogemos 105.000 firmas revisamos cada una de las firmas. Podemos constatar que tenemos el 21,49 % de error en ellas, eso nos da como resultado unas 80.000 firmas válidas. No consideramos prudente que si se necesitan 50.000 firmas recojamos 300.000 o 400.000. Eso sería un mensaje inoficioso en aras de la eficiencia. Tomamos la decisión de ser los primeros en inscribirmos como movimiento ciudadano, primeros entregar las firmas para la revisión de la Registraduría y vamos a ser los primeros en la votación para ser Alcalde de Cali.

Suena muy convencido, pero ¿está seguro de que llegará hasta el final en esta contienda?

No soy una persona necia y entiendo eso del ejercicio del poder; en ese orden de ideas, son cuatro años en los cuales buscamos estar vigentes, revisaremos el escenario y si vemos que no le es favorable a Cali, tomaremos una decisión diferente, de resto no.

Si esos escenarios no le son favorables, ¿con qué campaña se ve trabajando?

Trabajaría con las campañas de extracción popular: Jorge Iván Ospina y de Roberto Ortiz tienen campañas del mismo origen, además pienso que el próximo Alcalde de Cali debe venir de otro sector.

O sea que no está de acuerdo con el papel que jugó el actual alcalde...

La política es de momentos. El momento que vive Cali no es para una alcaldía de origen empresarial, debe ser una alcaldía de origen popular y esto nada tiene que ver con los candidatos actuales. Lo que pasa es que pienso que la política es de momentos y el momento que se viene para Cali es ese.

Uno que está en la calle y siente que la gente cree que ya fue suficiente de dos gobiernos que representan la élite de Cali y la gente ya empieza a reclamar su espacio.

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