En uno de los tantos operativos que se realizaron en la capital del Valle del Cauca intentando capturar a los jefes del Cartel de Cali, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, fue la misma Policía Metropolitana la que frustró las operaciones de la DEA.

Fue a finales de 1994, meses antes de la captura de Gilberto, que los oficiales de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), por sus siglas en inglés, llegaron hasta un apartamento en el oeste de Cali con la certeza de que en él se encontraba escondido el capo Miguel Rodríguez Orejuela.

Sin embargo, luego de revisar durante horas por todo el lugar y de haber roto techos y paredes con un taladro buscando que el menor de los Rodríguez Orejuela no estuviera oculto en alguna caleta, los americanos se fueron con las manos vacías y la frustración de no haberlo visto salir nunca del lugar.

“A esa caleta llegaron los americanos y resulta que los de la DEA empiezan a taladrar en las paredes y ahí es cuando hieren en el codo a mi tío Miguel con la broca del taladro; pero vienen unos agentes de la Policía de Cali y logran sacar a los gringos de ahí para poderlo sacar a él, pero ya le había fregado el brazo”, recuerda su sobrino Fernando Rodríguez.

El 9 de junio de 1995 fue capturado junto a otras siete personas en una residencia del barrio Santa Mónica, en el norte de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, el jefe del Cartel de Cali, quien permanecía oculto en una caleta empotrada detrás de un closet. | Foto: El País

Ya Miguel Rodríguez llevaba mucho tiempo metido en la caleta y se estaba quedando sin oxígeno; estaba a punto de rendirse cuando la acción de la Policía le permitió burlar de nuevo el cerco que más de dos mil hombres le tenían tendido.

“Mi tío Miguel sale uniformado; vestido con un uniforme de la Policía Metropolitana de Cali y ellos le ayudan para que se pueda volar montaña abajo; pero resulta que había llovido demasiado y él se cae por allá en una cañada y se alcanza a volar”, relata su sobrino Fernando.

Durante largo rato estuvo Miguel Rodríguez bajando con precaución por la montaña, abajo del sector de Las Tres Cruces, hasta que llegó al río Cali y fue recogido luego por sus escoltas en la Avenida Colombia, luego de que fueron avisados de que su patrón saldría por ese lugar.

“A él lo recogen los guardaespaldas todo embarrado porque había rodado un tramo largo bajando la montaña”, cuenta Fernando Rodríguez.

Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del extinto capo del cartel de Cali Gilberto Rodríguez Orejuela, llevaba varios años exportando a Hong Kong vejigas natatorias de pescados de mar como corvina, cachema y merluza, consideradas por los orientales como una fuente rica en colágeno. | Foto: El País

Tal fue la permeabilidad, los vasos comunicantes, que es la historia ya contada, de cómo los organismos policiales y de inteligencia estaban al servicio del cartel", recuerda el analista político Miguel Yusti.

Para entonces no solo había un panfleto en el que se ofrecía una millonaria recompensa contra Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, sino que eran solicitados en extradición Hélmer ‘Pacho’ Herrera y José ‘Chepe’ Santacruz Londoño por la justicia de Estados Unidos para que respondieran por delitos relacionados con el tráfico de drogas y el lavado de dinero.

Finalmente, con ayuda de los norteamericanos, Miguel Rodríguez Orejuela fue capturado el 6 de agosto de 1995, dos meses después de la detención de su hermano Gilberto, y fue extraditado a los Estados Unidos en marzo del 2005, donde permanece en una cárcel.