Usan pañales, tienen lágrimas y algunos hasta simulan orinar. Así son los ‘bebés reborn’ que han generado toda una tormenta mediática en algunos países donde se ha popularizado la compra y hasta la colección de estos muñecos.

Se trata de muñecos hiperrealistas, creados artesanalmente con silicona o vinilo, y su precio asciende a miles de dólares. Su apariencia puede impresionar, pues incluyen detalles como venitas, lágrimas y saliva.

Y aunque la mayoría los compran como pasatiempo, hay quienes han “adoptado” estos muñecos para cuidarlos como hijos. Es el caso de Alejandra y Jaime, una pareja de colombianos en España.

La youtuber brasileña Gabi Matos sostiene una muñeca reborn sentada junto a su colección en Campinas, estado de São Paulo, Brasil, el 22 de mayo de 2025. | Foto: AFP or licensors

Ella fue diagnosticada con un tumor en la base del cráneo que la obliga a recibir quimioterapia oral, tratamiento que le impide quedar embarazada. Y, ante esta situación de salud, su psiquiatra les recomendó tener un ‘bebé reborn’ para superar el duelo de la maternidad frustrada.

El muñeco no solo cumple las funciones antes mencionadas, sino que fue creado con inteligencia artificial a partir de fotografías de la infancia de ambos. Y, con la terapia que les recomendaron, ahora se dedican a arrullarlo y hasta cambiarle el pañal durante la madrugada.

¿Qué implicaciones tiene el uso terapéutico de estos muñecos?

Sin embargo, algunos expertos advierten que el uso de estos muñecos podría prolongar apegos y dificultar el proceso de duelo, ya sea por la pérdida de un hijo o la noticia de no poder concebir.

Juan Fernando Balanta, psicólogo con experiencia en acompañamiento psicosocial a familias, aclara que para considerar estos muñecos como elementos terapéuticos el proceso necesariamente debe ser guiado por un profesional de la salud con experticia en psicología clínica y manejo de duelos o en psiquiatría. “Y dicho modelo o terapia debe tener un soporte científico que corrobore su efectividad”, enfatiza.

Y advierte que, en algunos casos, “este tipo de elemento puede dificultar la asimilación de emociones y el proceso de afrontamiento frente a la pérdida, como es el hecho de no poder tener hijos”.

Según el psicólogo, los ‘bebés reborn’ sí podrían actuar como alivio emocional. No obstante, el profesional a cargo del proceso terapéutico debería brindar orientación para evitar que “se genere un vínculo que no permita el proceso de afrontamiento”.

Y es que el hiperrealismo que rodea estos muñecos ha dado paso a un amplio debate social y mediático. En Campinas, Brasil, por ejemplo, una tienda llamada ‘Maternidad Alana Babys’, simula una sala de recién nacidos, donde se exhiben los ‘reborn’ en incubadoras reales.

Antes de entregar el muñeco a su “madre”, empleadas con batas blancas lo sacan de una incubadora, lo pesan, lo colocan en un coche con su canastilla y emiten su certificado de nacimiento.

Vista de muñecas reborn exhibidas en la tienda Cecilia Reborn Maternity en Duque de Caxias, estado de Río de Janeiro, Brasil, el 16 de mayo de 2025. | Foto: AFP or licensors

Al respecto, el especialista consultado por El País indica que ese tipo de estrategias podrían llegar a afectar a una persona en una situación de duelo. “Esto puede generar un impacto en una persona que lleve un proceso de duelo o que tenga un diagnóstico o trastorno de fondo ya que el muñeco podría constituirse como una figura simbólica que genere esa sensación de bienestar, pero a la vez imposibilite que se afronten las emociones de un duelo”, menciona.

En pocas palabras, al generar un apego al muñeco, la persona podría llegar a evadir su situación emocional, no afrontar las emociones ligadas al duelo o, incluso, generar cierta dependencia emocional.

En ese sentido, el psicólogo remarca que “la salud mental no es un juego”. “Cuando vayamos a terapias novedosas, hay que asegurarnos de que sea un profesional de la salud mental con experiencia o con una especialización en el tema. Además, que esa terapia tenga una base científica que dé sustento a su aplicación”, recomienda.