El pueblo de Boyacá, conocido como el paraíso de los postres y las ruanas, con impresionantes aguas termales

Si está planeando una escapada que combine sabor, cultura y descanso, hay un rincón en Boyacá que lo tiene todo; un pueblo encantador rodeado de montañas, reconocido por su repostería, sus aguas termales y su tradición artesanal. Sin duda, un sitio que parece sacado de un cuento y que enamora a quienes lo visitan.

Se trata de Iza, un pintoresco municipio boyacense que ha sido bautizado como “el paraíso de los postres y las ruanas”, declarado Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional y, desde 2021, parte de la prestigiosa Red de Pueblos Que Enamoran.

Reconocido por su repostería

En este lugar, con más de 30 años de tradición, la elaboración y comercialización de postres es uno de los principales motores económicos del municipio. La producción lechera de la región ha permitido que esta oferta se amplíe con el tiempo, pues lo que comenzó con algunas tortas hoy incluye cerca de 30 variedades de postres.

En sus calles encontrará mousse de frutas de temporada, merengones, leche asada, cheesecakes y otras delicias que conquistan a los visitantes. Pero eso no es todo, la gastronomía de Iza también sorprende con la famosa Trucha Arcoíris, un plato típico preparado de diferentes maneras, como a la plancha o gratinada, ideal para los amantes del buen comer.

Aguas termales: un plan para relajarse

Además de deleitarse con la repostería local, Iza ofrece un plan perfecto para el descanso: aguas termales azufradas con múltiples beneficios para la salud.

Ubicadas en el Complejo Hotelero y Termal Piscina Erika, a solo 10 minutos del casco urbano, estas piscinas se alimentan de un pozo profundo y mantienen temperaturas entre 30°C y 35°C.

Sus propiedades fisicoquímicas contribuyen al alivio de problemas respiratorios, dolencias por artritis, rehabilitación muscular y cuidados para la piel, además de ser un oasis de relajación total.

Tradición artesanal que conecta con la historia

Iza también es tierra de tejedores, pues allí se encuentra el taller Tejidos Rebancada, fundado por Francisco Gómez y Silvino Patiño, este último descendiente de una familia de hilanderos.

El municipio mantiene un profundo vínculo con el pasado prehispánico y la leyenda de Bochica, figura muisca asociada al arte del tejido. Este legado sigue vivo en sus artesanos, que buscan preservar la tradición en la moda y la confección.

Cómo llegar desde Bogotá

Visitar este paraíso es sencillo, ya que el recorrido desde la capital toma entre 3 horas 26 minutos y 3 horas 42 minutos, dependiendo del tráfico.

El trayecto se realiza por la Autopista Norte (Ruta Nacional 55) hacia Tunja, continuando por Duitama y Sogamoso, hasta llegar a Iza.

Este pueblo no solo ofrece un viaje gastronómico, sino también cultural y de bienestar, convirtiéndose en un destino ideal para quienes buscan un descanso diferente y lleno de experiencias.