El lago más alto del mundo en América Latina: un país supera al Titicaca con altitud de más de 6.000 metros

En un rincón remoto de los Andes existe un cuerpo de agua que desafía la geografía latinoamericana. A 6400 metros de altura, en la ladera sureste del Nevado Ojos del Salado, se esconde el lago más alto del mundo, que supera el emblemático Titicaca.

El Ojos del Salado emerge entre los pliegues del altiplano de Atacama, una inmensa meseta que abarca 80.000 kilómetros cuadrados ubicada entre Chile y Argentina. Se considera el volcán activo más alto del planeta, alcanzó sus formas actuales gracias a la acumulación de lava y material explosivo a lo largo del tiempo.

Su última erupción ocurrió hace entre 1300 y 1500 años, pero no ha perdido del todo la costumbre de respirar azufre. En 1937 y 1956 se registraron emisiones sulfúricas, y en 1994 expulsó columnas intermitentes de vapor y gases.

Su nombre también rinde homenaje al agua: Ojos del Salado significa “manantial en la cabecera del río Salado”.

A partir de los 6000 metros, el paisaje cambia de registro. Las temperaturas bailan entre los 18 °C en el día y -10 °C en la noche. En la cumbre, los vientos pueden alcanzar los 80 km/h, con fríos que perforan hasta los -30 °C. El terreno está coronado por cráteres alargados, picos gemelos y una cumbre principal que se eleva hasta los 6893 metros, rodeada de otras dos que superan los 6700.

En ese ambiente, donde la vida se reduce a su mínima expresión, late un pequeño milagro azul. El lago más alto del mundo no es grande: mide apenas 100 metros de diámetro y unos 10 de profundidad.

Sin embargo, su ubicación lo hace prácticamente inaccesible para cualquier visitante que no esté dispuesto a luchar contra la altitud, el frío y la soledad del desierto más alto de América.

El 21 de febrero de 2016, el atleta húngaro Erno Tosoki, junto a su compañera, Patricia Nagy, cargó 100 kilos de equipo montaña arriba para lograr una hazaña sin precedentes: bucear en este lago. Tosoki estuvo 10 minutos bajo el agua antes de que una tormenta brutal los obligara a retirarse.

Para los expertos, más que un reto deportivo, este volcán es un espectáculo natural con desiertos de altura, lagunas turquesas como Laguna Verde, salares y formaciones volcánicas. Desde la cumbre, se observan volcanes y montañas haciendo de este coloso un destino imperdible para los amantes de la aventura.