El encantador mirador turístico de Santander: un destino único de montañas y cañones

Santander es un departamento reconocido por, entre otras cosas, tener hermosos municipios que vale la pena visitar. Su belleza, montañas, biodiversidad y la calidez de su gente lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de una vacaciones diferentes.

Uno de sus mayores atractivos turísticos es el Cañón del Chicamocha, un paisaje único que asombra a propios y visitantes con vistas increíbles. Además, en la zona se pueden practicar deportes extremos, para los más arriesgados.

Este departamento también tiene numerosos ríos y es hogar de cientos de especies de flora y fauna, ideales para los apasionados por la naturaleza y el senderismo.

Asimismo, su historia y riqueza cultural hacen que este territorio sea especial y evoque la época colonial que se vivió en las calles empedradas de sus pueblos.

Pero Aguada, uno de los 87 municipios de Santander, es un lugar tranquilo y pacífico que espera para ser visitado. Está ubicado en la provincia de Vélez.

Sus primeros habitantes fueron los indígenas Yarigûies, quienes se organizaron entre los ríos Sogamoso y Opón. Posteriormente, la expedición del Gonzalo Jiménez de Quezada pasó por la zona entre 1536 y 1538, creando asentamientos.

Se caracteriza por su arquitectura y calles empedradas, donde los balcones llenos de flores son el paisaje habitual. Además, gracias a su ubicación privilegiada cuenta con senderos ecológicos.

Sus principales actividades económicas son la agricultura de productos como la caña panelera, fríjol, café, yuca, arveja, arracaha y maíz. También se conoce en la región por la ganadería.

¿Qué hay para hacer en Aguada?

Uno de los puntos turísticos del municipio es el mirador Alto de la Cruz, desde el cual se pueden apreciar diferentes especies de plantas.

El laberinto del Chocho es otro lugar altamente visitado, pues se trata de formaciones de rocas que están cubiertas por vegetación y donde las raíces de los árboles buscan la tierra, formando un paisaje único.

Aguada está a solamente 5 kilómetros del Cañón de La Ropero, el cual se creó al paso de la quebrada Martín Ropero entre las montañas en frontera entre San Benito y Aguada.

Este poblado está “ubicado en medio de las ariscas breñas santandreanas, con paredes blanquecinas y tejados bermejos”, se indica desde la Alcaldía Municipal de Aguada.

Además, se explica que una verdegueante jungla fue el escenario para su bautizo en homenaje a los manantiales que surten esta tierra de artesanos, cuya temperatura media es de 19° C.