Triglicéridos altos: el remedio natural que ayuda a bajar los niveles

Los triglicéridos son un tipo de lípidos que desempeñan un papel crucial en el funcionamiento del organismo. Son una forma de almacenar energía y se encuentran en diversas células y tejidos, incluyendo el adiposo y el hígado. Además de su función energética, los triglicéridos también tienen un impacto en la salud cardiovascular y metabólica.

Estos compuestos están formados por tres moléculas de ácidos grasos unidas a una molécula de glicerol. Los ácidos grasos pueden variar en longitud y saturación, lo que afecta las propiedades y funciones de los triglicéridos.

Los ácidos grasos saturados contienen enlaces simples entre los átomos de carbono y se encuentran generalmente en fuentes de grasa animal y algunos productos procesados. Los ácidos grasos insaturados tienen enlaces dobles o triples entre los átomos de carbono y se dividen en monoinsaturados (una doble unión) y poliinsaturados (más de una doble unión). Este grupo se encuentra en alimentos como aceites vegetales, pescado y frutos secos.

En cuanto a los niveles de los triglicéridos estos están influenciados por varios factores, incluyendo la dieta, el metabolismo, la genética y el estilo de vida. Una dieta alta en carbohidratos simples y azúcares puede aumentar los niveles de triglicéridos, ya que el exceso de carbohidratos se convierte en grasa y se almacena en esta forma. El consumo excesivo de alcohol también puede elevar estos niveles.

Mantener esta medida en un nivel adecuado es esencial para una salud óptima. Los niveles elevados de triglicéridos en la sangre, conocidos como hipertrigliceridemia, están asociados con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

Los triglicéridos elevados pueden contribuir a la acumulación de placa en las arterias (aterosclerosis), lo que puede restringir el flujo sanguíneo y aumentar la posibilidad de eventos cardiovasculares.

Los niveles recomendados de triglicéridos en sangre pueden variar según las pautas médicas, pero generalmente se considera que los niveles normales son inferiores a 150 miligramos por decilitro (mg/dL). Los niveles entre 150 y 199 mg/dL se consideran limítrofes, mientras que los niveles entre 200 y 499 mg/dL se consideran elevados. Valores superiores a 500 mg/dL se consideran muy elevados y requieren atención médica inmediata.

Al ser una situación común y prevalente en buena parte de la población, muchas personas buscan diferentes maneras de controlar los triglicéridos, especialmente a través de remedios y preparaciones caseras con ingredientes naturales y el té de cúrcuma ha alcanzado gran popularidad para lograr este objetivo.

La curcumina es el principal compuesto activo presente en la cúrcuma y se ha destacado por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Estas pueden contribuir a varios aspectos de la salud, incluyendo la mejora de la salud cardiovascular y la regulación de los niveles de lípidos en sangre, entre ellos los triglicéridos.

Varios estudios científicos han explorado los efectos de la cúrcuma y su compuesto activo, la curcumina, y han arrojado claros indicios de que esta planta podría tener un impacto positivo en la regulación de los triglicéridos, ya que el compuesto actúa como antioxidante, relacionado con la inflamación y la disfunción metabólica.

También, se ha sugerido que la curcumina podría mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que influye positivamente en el metabolismo de los lípidos.

¿Cómo se prepara el té de cúrcuma?

Esta es una bebida sencilla y que no requiere elementos especializados por lo que se puede preparar en casa. Para ello es necesario una cucharadita de cúrcuma en polvo y una taza de agua.

El agua se pone a hervir y tan pronto alcance su punto se agrega la cúrcuma. Esta mezcla se deja reposar entre 5 y 10 minutos para posteriormente colar e ingerir. Se recomienda beber entre 2 y 4 tazas de este té al día para notar los resultados.

Aunque la cúrcuma aporta en la regulación de los niveles de triglicéridos y otros aspectos de la salud, es importante tener en cuenta que no son un sustituto de un estilo de vida saludable. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y seguir las recomendaciones médicas es esencial para mantener estas grasas en rangos saludables.