¿Qué pasa en el cuerpo cuando se deja de fumar?

Fumar cigarrillo es una de las prácticas más comunes entre las personas en todo el mundo, un hecho que realmente afecta el cuerpo y daña casi cada órgano del cuerpo y empieza a disminuir la salud en general de quien es un fumador activo.

Sin embargo, siempre es un buen momento para dejar el tabaco, aunque sea una situación difícil, pero es importante intentarlo las veces que sean necesarias para finalmente lograrlo, ya que existen muchas razones por las que dejar de fumar es una buena opción.

Aunque es claro que dejar el cigarrillo es una tarea difícil, evitarlo trae varios beneficios para la salud, entre ellos, el aliento, la ropa y el cabello tendrán un mejor olor, el sentido del olfato mejorará y los alimentos sabrán mejor, los dedos y las uñas perderán el color amarillo, los dientes manchados puede volver poco a poco a su tono natural y una de las cosas importantes es que se ahorrará mucho dinero.

Sin embargo, los beneficios no solamente se tratan de la apariencia física y el efecto que tiene el cigarrillo en las personas, sino también que el organismo agradecerá dejar fumar, pues existen varios beneficios para la salud que permitirá vivir mucho más tiempo.

Beneficios para la salud cuando se deja de fumar

Según explicó la Biblioteca Nacional de Medicinal (Medline Plus), una vez una persona decide dejar de fumar, a los 20 minutos de hacerlo la presión arterial y el ritmo del pulso bajan a la normalidad.

De la misma manera, a las 12 horas de haber dejado el cigarrillo, los niveles de monóxido de carbono en la sangre bajan a la normalidad. También, unas semanas después empieza a mejorar la circulación y la función pulmonar aumenta.

Cuando ya ha trascurrido entre uno y nueve meses de dejar el cigarrillo, la tos y la dificultad para respirar mejoran. Los pulmones y las vías respiratorias tendrán más capacidad de manejar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir el riesgo de infección.

Una vez trascurrió un año desde que la persona dejó de fumar, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares se reducen a la mitad, en comparación con alguien que continúa consumiendo cigarrillo. Es por eso que si se deja, definitivamente, sufrir de un ataque cardiaco ahora será una posibilidad más reducida.

De esta manera, cada vez que pasan los años y se continúa sin fumar, también bajan las posibilidades de padecer otras afecciones como: el cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga disminuye a la mitad. Además, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular puede reducirse al mismo nivel de una persona que no fuma, según explicó MedlinePlus.

De esta manera, los expertos siempre recomiendan dar el primer paso y en caso de tener la intensión de dejar el cigarrillo se recomienda consultar con un profesional para que guíe todo el proceso y recete un tratamiento adecuado para cada persona.