Harvard revela las cosas que se deben tener en cuenta para ser más felices, después de los 40 años

Iniciar la travesía hacia la mediana edad no solo implica el paso del tiempo, sino también la oportunidad de tomar decisiones significativas que pueden llevar a una vida más feliz y plena. Según un revelador artículo de la Harvard Business Review, esta etapa de la vida es propicia para abrazar tres decisiones clave que pueden transformar la percepción de la felicidad en los años venideros. Explore estas sabias lecciones que Harvard ofrece para una vida más rica y satisfactoria después de los 40.

1. Haga un balance y redefina los objetivos:

La mediana edad marca un momento de introspección y claridad. Harvard insta a tomar decisiones orientadas hacia la realización a largo plazo, desechando la búsqueda de gratificaciones inmediatas. Chip Conley, experto en comportamiento humano, sugiere que la primera mitad de la vida se dedica a acumular experiencias y conocimientos, mientras que la segunda mitad es la oportunidad para editar y enfocarse en lo verdaderamente esencial.

Es hora de reflexionar sobre lo que realmente le emociona y motiva, despojándose de las influencias externas que han condicionado las elecciones hasta ahora. Redefinir objetivos con un enfoque en la realización personal, más allá de las expectativas externas, es la clave para encontrar la auténtica felicidad.

2. Visualice el día ideal en el futuro:

En lugar de obsesionarse con grandes metas a largo plazo, Harvard sugiere una perspectiva más práctica y cercana: imaginar un día típico en el futuro ideal. Dejar de lado las ambiciones descomunales y centrarse en cómo realmente desea pasar su tiempo diario puede proporcionar claridad sobre la vida que anhela.

Esta visión más detallada le ayuda a alinear sus acciones diarias con sus valores y aspiraciones personales. No se trata solo de grandes viajes y experiencias extraordinarias, sino de cultivar la rutina diaria que contribuirá a su bienestar y satisfacción a lo largo del tiempo.

3. Descubra y use sus talentos para mejorar el mundo:

Después de los 40 años, es un momento propicio para reflexionar sobre sus habilidades y conocimientos, y considerar cómo puede utilizarlos para hacer la vida de los demás mejor. Siguiendo la sabiduría del psiquiatra David Viscott, quien afirmó que “el propósito de la vida es descubrir tu don. El trabajo de la vida es desarrollarlo. El sentido de la vida es regalar tu regalo”.

Al identificar sus dones y aplicarlos de manera significativa, puedes encontrar un propósito más profundo y una conexión más significativa con el mundo que te rodea. Contribuir al bienestar de los demás no solo nutre tu alma, sino que también crea un impacto positivo en la sociedad.

Recuerde que cumplir 40 años no significa el fin de la juventud, sino el comienzo de una etapa fascinante donde las experiencias y conocimientos acumulados pueden ser aprovechados para construir una vida más plena y feliz.

*Este artículo fue creado y versionado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.