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A menudo se aconseja retirar la piel del pollo antes de su consumo debido a su contenido de grasas. | Foto: Getty

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¿Es malo para la salud comerse la piel del pollo?

Los expertos recomiendan que su consumo sea moderado.

22 de julio de 2023 Por: Redacción El País

El pollo es una de las carnes más consumidas en todo el mundo y es apreciado por su versatilidad y sabor. Sin embargo, existe un debate persistente en torno a si es saludable o perjudicial comer la piel de esta proteína, la cual es la favorita de millones de personas.

Además, en el mundo de la gastronomía, el pollo es un alimento versátil y apreciado. Sin embargo, a menudo se aconseja retirar la piel del pollo antes de su consumo debido a su contenido de grasas. Hay algunos expertos que recomiendan su consumo, ya que es rico en proteína de alta calidad.

Fuente de proteínas y nutrientes esenciales

La piel del pollo es rica en proteínas de alta calidad. Una porción de piel de pollo contiene colágeno, una proteína que proporciona estructura y elasticidad a la piel, huesos, tendones y cartílagos en el cuerpo humano. Consumir colágeno puede contribuir a mantener una piel sana y flexible, reduciendo la aparición de arrugas y líneas finas.

El pollo se ha convertido en un alimento fundamental en la dieta
El pollo se ha convertido en un alimento fundamental en la dieta | Foto: Getty Images / GMVozd

Además, la piel del pollo también es una fuente de nutrientes esenciales como zinc, hierro y vitaminas B, incluyendo la niacina y la riboflavina. Estos nutrientes juegan un papel fundamental en el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, la producción de energía y la salud cardiovascular.

Ácidos grasos beneficiosos

A pesar de que la piel del pollo contiene grasa, gran parte de esta grasa es saludable. Es cierto que aproximadamente la mitad de las grasas en la piel de pollo son grasas saturadas, pero también contiene ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, como el ácido oleico y el ácido linoleico, respectivamente.

Comer la piel del pollo también puede añadir una textura crujiente y un sabor extra a los platos. La piel bien preparada, cocinada y sazonada adecuadamente, puede convertirse en una delicia que complemente tus recetas favoritas de pollo.

Consejos para disfrutar de la piel del pollo

  • Cocción adecuada: evite preparaciones con exceso de aceite o frituras, además evite consumirla en grandes cantidades.
  • Asegúrese de que la inclusión de la piel del pollo sea parte de una dieta generalmente equilibrada y rica en otros alimentos saludables.
Este mes se celebra el Día Internacional del Pollo Frito.
Los expertos recomiendan que el consumo del pollo sea moderado. | Foto: Rappi

Beneficios de no consumir la piel del pollo

  • Opte por cortes magros: los cortes de pollo sin piel, como pechugas o muslos sin piel, son opciones más saludables y bajas en grasas.
  • Lave adecuadamente el pollo: si decide consumir pollo con piel, asegúrese de lavarlo bien antes de cocinarlo para reducir los posibles residuos de antibióticos y otros contaminantes.
  • Cocine adecuadamente: asegúrese de cocinar el pollo a una temperatura interna segura para eliminar cualquier bacteria presente.

Beneficios del pollo

El pollo es un alimento sumamente versátil y apreciado en la gastronomía de todo el mundo. Desde los tiernos y jugosos filetes hasta las crujientes piezas fritas, esta ave ha conquistado los paladares de millones de personas.

Las proteínas del pollo contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para funcionar correctamente, lo que lo convierte en una opción ideal para mantener una dieta equilibrada.

El pollo es una de las carnes más consumidas en todo el mundo y es apreciado por su versatilidad y sabor.

La versatilidad del pollo lo convierte en un ingrediente fácil de incorporar en diversas preparaciones culinarias. Desde sopas y ensaladas hasta platos principales y aperitivos, el pollo ofrece infinitas posibilidades para satisfacer cualquier preferencia gastronómica.

Diversos estudios han demostrado que el consumo moderado de pollo puede estar asociado con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas. Su perfil nutricional, bajo en grasas saturadas y alto en proteínas, junto con la presencia de ácidos grasos beneficiosos, como el ácido oleico, contribuyen a mejorar la salud cardiovascular.

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