El método 4-7-8 para acabar con el insomnio

El insomnio representa un desafío con el que muchas personas lidian noche tras noche, impactando no solamente la calidad del sueño, sino también la salud en general. En medio de una multitud de técnicas y remedios, ha emergido un enfoque que promete un alivio eficaz: el método 4-7-8. Desarrollado como una técnica de respiración, este enfoque ha capturado la atención debido a su simplicidad y su potencial para inducir el sueño. En este artículo se explora el método 4-7-8 y su capacidad para ser una solución prometedora para abordar el insomnio.

La ciencia detrás del método 4-7-8

El método 4-7-8, también reconocido como “respiración relajante”, tiene sus raíces en la antigua práctica de la medicina ayurvédica, la cual se centra en la interconexión entre la mente y el cuerpo a través de la respiración consciente. La popularización de esta técnica en la comunidad médica occidental se debe al Dr. Andrew Weil, un médico estadounidense de renombre a nivel global.

Cómo Funciona el Método 4-7-8

La simplicidad del método 4-7-8 se presenta como uno de sus atributos más atractivos. Este método está compuesto por una serie de pasos sencillos de seguir, que pueden llevarse a cabo en cualquier lugar y momento, especialmente antes de ir a dormir.

• Inhalar durante 4 segundos: Comienza inhalando suavemente por la nariz durante un conteo mental de cuatro segundos. Esta fase inicial se orienta hacia la tarea de llenar los pulmones de forma gradual y constante, preparando a la persona para el proceso de relajación.
• Mantener la respiración durante 7 segundos: Después de haber inhalado por completo, se pausa la respiración y se efectúa un conteo hasta siete. Durante este intervalo de tiempo, el oxígeno es asimilado por la sangre y distribuido por todo el cuerpo, generando una sensación de serenidad.
• Exhalar durante 8 segundos: Luego, exhale completamente por la boca durante un conteo de ocho segundos. A medida que exhala, concéntrese en liberar todas las tensiones y preocupaciones. Este paso permite una liberación gradual de la tensión acumulada.

Beneficios y efectos del método 4-7-8

Más allá de su simplicidad, el método 4-7-8 presenta una serie de beneficios que pueden mejorar la calidad del sueño y reducir la dificultad para conciliarlo.

• Promoción de la relajación: El ritmo de respiración específico del método 4-7-8 tiene un impacto directo en el sistema nervioso parasimpático, el cual está asociado con la relajación y la respuesta de “descanso y digestión”. Esto puede disminuir la respuesta del cuerpo al estrés y a la ansiedad, dos factores que con frecuencia contribuyen al insomnio.
• Mejora del ritmo cardíaco: La técnica ayuda a regular el ritmo cardíaco al influir en la cantidad de oxígeno que llega al sistema circulatorio. Un ritmo cardíaco más lento y constante puede llevar a una sensación general de tranquilidad, lo que es esencial para conciliar el sueño.

Incorporando el Método 4-7-8 en la rutina nocturna

A pesar de su sencillez, dominar el método 4-7-8 puede requerir práctica y consistencia. Aquí se presentan algunos consejos para incorporar esta técnica en la rutina nocturna:

• Persistencia: Como sucede con cualquier nueva habilidad, la práctica constante resulta fundamental. Se debe destinar tiempo cada noche para practicar el método 4-7-8, aun si no se observan resultados inmediatos.
• Combinación con otros hábitos saludables: La técnica de respiración 4-7-8 puede potenciarse al combinarla con otros hábitos destinados a mejorar el sueño, tales como mantener un horario de sueño regular, crear un entorno de dormitorio confortable y reducir la exposición a pantallas antes de acostarse.
• Adaptación a necesidades individuales: Aunque el método 4-7-8 resulta efectivo para muchas personas, no todas pueden encontrarlo útil. Es importante recordar que cada individuo posee características propias. Si se tiene la sensación de que esta técnica no ofrece los resultados deseados, se aconseja explorar otras estrategias con el apoyo de un profesional de la salud.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.