El alimento cotidiano que ayuda reducir el índice glucémico

La papa, sin duda alguna, es uno de los alimentos más consumidos de todo el mundo, pues su sabor, textura y precio, son algunas de las razones por las que este se convierte en el acompañante perfecto de un buen plato. Sin embargo, poco se escucha sobre su valor nutricional y los beneficios que trae para el cuerpo humano.

De acuerdo, con Pamela Nisevich Bede, experta en nutrición deportiva en Swim, Bike, Run, Eat! Sports Nutrition, existe una gran diferencia entre las papas y las batatas, también conocidas como papa dulce o camote.

El famoso camote, según la experta, se distingue por sus nutriciones como carbohidratos, vitamina A, betacaroteno, magnesio y manganeso, además tiene un glucémico más bajo, es decir, tiende a generar un efecto más moderado en los niveles de azúcar en la sangre. Mientras que la papa, tiene un índice glucémico más alto, lo que se traduce en que rápidamente pueden aumentos los niveles de azúcar después de consumirlas.

No obstante, esto puede varias según la variedad y la preparación, pues muchas veces se consumen fritas o con ingredientes como la mantequilla, crema agria, sal y hasta tocino, por lo que las calorías pueden aumentar y la salud del ser humano se puede ver afectada.

“Aunque ambos tipos de patatas contienen carbohidratos complejos, las batatas son, en realidad, más bajas en el índice glucémico que las patatas”, según Nisevich Bede, esto significa que las batatas son más lentas de digerir y tienen menos impacto en los niveles de glucosa en sangre.

Asimismo, la experta señala que los carbohidratos tardan más en digerirse y por ende recomienda mantener una dieta equilibrada que mantenga al organismo en óptimas condiciones. El deporte, asegura, también es un buen complemento para una vida completamente saludable.

Por otro lado, cabe mencionar, que con las papas, no está todo perdido, pues son un alimento versátil y nutritivo que se consume en todo el mundo diariamente. Son una buena fuente de carbohidratos, vitamina C, potasio y fibra. También contienen pequeñas cantidades de otras vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo.

Los carbohidratos presentes en las papas proporcionan energía rápida y sostenida al cuerpo. Son una buena fuente de carbohidratos complejos, que se digieren lentamente y ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.

Además, contienen fibra, que es importante para la salud digestiva. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades como la enfermedad cardíaca y la diabetes tipo 2.

También son una fuente significativa de vitamina C, que actúa como antioxidante y es importante para la salud del sistema inmunológico, la piel y la producción de colágeno.

Sin embargo, debido a su alto contenido de carbohidratos, su consumo inadecuado puede influir en su valor nutricional.

¿Cómo comer papa?

La cantidad de papas que se pueden comer a la semana puede variar según las necesidades individuales y la dieta general de cada persona. Sin embargo, comer una papa mediana al día no es un problema, el dilema es cómo se prepara y la cantidad que se consume. A continuación, algunas pautas generales para consumir papas:

• Tamaño de la porción: Una porción típica de papas es de aproximadamente 150 gramos o 1 mediana. Esto equivale a aproximadamente una taza de papas cocidas.
• Moderación: Las papas son una fuente de carbohidratos, por lo que es importante consumirlas con moderación, especialmente si se está siguiendo una dieta baja en carbohidratos o si se tiene una condición médica como la diabetes. Se recomienda equilibrar el consumo de papas con otros alimentos saludables y variados.
• Variedad: Es importante recordar que las papas no son el único alimento que se debe consumir en una dieta equilibrada. Es recomendable incluir una variedad de alimentos, como frutas, verduras, proteínas y grasas saludables, para obtener todos los nutrientes necesarios.
• Preparación: La forma en que se preparan las papas también puede influir en su valor nutricional. Por ejemplo, las papas fritas o las papas al horno con ingredientes grasos y altos en calorías pueden no ser tan saludables como las papas hervidas, al vapor o asadas.