¿Duerme con perros o gatos? Conozca los riesgos que esa práctica conlleva para unos y otros

En la actualidad, las mascotas, perros y gatos son tratados como miembros de las familias y como tal acceden a “beneficios” que antes no se concebían para un animal. Dormir con ellos o que los animales duerman en las camas de los humanos se ha convertido en un hábito de muchos, pero ¿tendrá esto afectaciones para alguno de los dos o para ambos?

Según un estudio de la American Pet Products Association (Asociación Americana de Productos de Mascotas, APPA), en 2019 el 41 % de los perros de tamaño pequeño-mediano dormían con sus dueños, mientras que en lugares como el Reino Unido o España, menos del 20 % de las personas con animales comparte la cama con ellos.

Lo cierto es que la practica de dormir con los animales podría ser fatal para quienes sufren de alergias o asmas. Ya sea que la mascota esté limpia, bañada y perfumada, en su pelaje acumula bacterias, ácaros entre otros microorganismos.

Para otra población que sería riesgoso dormir con animales es para personas con un sistema inmunitario débil, como ancianos, niños pequeños y personas con VIH o cáncer.

Sin embargo, no todos coinciden en que es terriblemente fatal dormir con un peludo, siempre y cuando esté aseado, lo bañen de manera regular según indique el veterinario y por su puesto tenga al día sus vacunas y desparasitantes.

Además de posibles afectaciones a la salud, los expertos hablan de la calidad del sueño en caso de dormir con una mascota. Muchos animales, y entre ellos los perros, están acostumbrados a convivir en manada, durmiendo en el mismo lugar que sus compañeros, pero también pueden acostumbrarse de otras maneras siempre y cuando sea el caso de tu preferencia.

Dormir con ellos o acostumbrarlos a hacerlo en vez de generar la seguridad en ellos que muy posible resulta de cuando viven con otros animales podrían causar que experimente un aumento de agresividad y estrés, que puede derivar en problemas con la separación, depresión y ansiedad.

En cuanto a la calidad del sueño del humano se ha indicado que los animales tienen ciclos de sueño distintos a los de los humanos, y por eso es muy probable que se levanten a menudo y cambien mucho de postura, afectando la profundidad del mismo, tal como ocurre cuando dormimos con un bebé recién nacido.

Sin embargo, un estudio realizado por The Human Animal Bond Research Institute (Instituto de Investigación del Vínculo entre Humanos y Animales, HABRI) indica que estrechar lazos un nuestro animal de compañía reduce el estrés y la ansiedad de ambos.

Otro problema que podría resultar de la costumbre de dormir con perros o gatos, es que si bien ambos crecen y cambian un poco de conducta, lo que se mantendrá serán sus costumbres, por lo tanto, si no deseas que hasta grande tu cachorro duerma contigo en tu cama, es recomendable que no lo hagas desde que está pequeño, solo por el hecho de ser pequeño.

Es importante entonces marcar límites con la mascota de cachorros, pues una de las mayores preocupaciones se puede hacer realidad: que cuando no queramos que nuestro animal se suba a la cama, no nos haga caso.

Para evitar problemas de este tipo, hay que, enseñarles cuándo se puede y cuándo no se puede subir a la cama. Por ejemplo, casos en los que haya un bebé, cuando tengamos nuestra ropa limpia y doblada encima de la cama, cuando aún el animal no esté bañado o después de haber jugado en un charco, etc.

Entendiendo que los riesgos de dormir con mascotas pueden llegar a ser sanitarios y en su mayoría de calidad de descanso ya depende del humano si acostumbra a su mascota a dormir en su misma cama, son muchos los accesorios creados y dispuestos para el bienestar de las mascotas.