Salud
Día Mundial del Corazón: consejos para prevenir y controlar enfermedades cardiovasculares
El Ministerio de Salud y Protección Social señaló que las enfermedades cardiovasculares ocuparon los primeros lugares en la lista de las diez principales causas de mortalidad en el país.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reiteró que las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en el mundo, superando a cualquier otra causa.
Más del 80% de estas muertes prematuras por ECV podrían prevenirse con simples cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable, ejercicio y control del estrés.
Las ECV engloban una variedad de trastornos que afectan al corazón y al sistema de vasos sanguíneos en todo el cuerpo, que van desde ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares hasta insuficiencia cardíaca, que cobran la vida de más de 20.5 millones de personas anualmente en todo el mundo.
El Ministerio de Salud y Protección Social señaló que las enfermedades cardiovasculares ocuparon los primeros lugares en la lista de las diez principales causas de mortalidad en el país durante las últimas décadas.
La cartera sanitaria destacó la importancia de abordar esta problemática de manera efectiva.
Los síntomas de las enfermedades cardiovasculares pueden variar según el género y pueden incluir dolor de pecho, falta de aire, dolor o entumecimiento en las extremidades, entre otros.
Los factores de riesgo para estas enfermedades incluyen la edad, el sexo, la genética, el tabaquismo, la mala alimentación, la falta de actividad física, el consumo de alcohol, la hipertensión, la diabetes y la obesidad.
Uno de los trastornos cardíacos destacados en esta ocasión es la fibrilación auricular, una afección en la que el ritmo cardiaco se vuelve irregular y anormal, provocando latidos cardíacos rápidos.
Esta enfermedad puede generar coágulos sanguíneos que aumentan el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
El Dr. Juan Mauricio Cárdenas Castellanos, médico especialista en medicina interna y cardiología, destacó que la fibrilación auricular aumenta significativamente el riesgo de eventos cerebrovasculares isquémicos, como infartos cerebrales, y puede contribuir al desarrollo de insuficiencia cardíaca y deterioro cognitivo.
El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son cruciales para reducir las complicaciones asociadas con la fibrilación auricular, que es cuando el ritmo cardiaco normal se pierde.
“Un diagnóstico temprano consiste en realizar una evaluación del ritmo cardíaco, es decir, del pulso, durante al menos 30 segundos en toda evaluación médica, y en personas mayores de 60 años o con factores de riesgo se debe acompañar de un electrocardiograma de 12 derivaciones”, afirmó Cárdenas.
Es importante señalar que la fibrilación auricular no siempre presenta síntomas evidentes, lo que hace que el diagnóstico sea aún más relevante. Los síntomas más comunes incluyen palpitaciones y fatiga extrema durante actividades cotidianas.
En caso de experimentar una crisis de fibrilación auricular se recomienda mantener la calma, no modificar la terapia prescrita y buscar atención médica de urgencia si persisten síntomas como mareos, desmayos, dificultad para respirar o dolor en el pecho.
Señales de alerta de un preinfarto
Los síntomas de un preinfarto, también conocido como angina inestable, pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluye los siguientes síntomas:
- Dolor en el pecho: El síntoma más común es el dolor o malestar en el pecho. Puede sentirse como una opresión, presión, ardor o dolor punzante en el centro del pecho. El dolor puede durar varios minutos y puede irradiarse hacia el brazo izquierdo, el hombro, el cuello, la mandíbula o la espalda.
- Dificultad para respirar: Puede experimentar dificultad para respirar o sensación de falta de aire, incluso en reposo o con actividades mínimas.
- Sudoración excesiva: Puede experimentar una sudoración inusualmente intensa, sin una razón aparente.
- Náuseas y vómitos: Algunas personas pueden sentir náuseas, vómitos o malestar estomacal.
- Mareos y debilidad: Puede experimentar mareos, debilidad o sensación de desmayo.
Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración. Además, las personas pueden experimentar síntomas diferentes, como dolor en la mandíbula, el cuello, los hombros o la espalda, en lugar del típico dolor en el pecho.
*Con información de Colprensa.