¿Cómo tomar el café para bajar de peso?

El café es una de las bebidas más consumida en todo el mundo, una de sus características es que se puede servir con diferentes acompañamientos, entre ellos, la leche, que, de manera moderada, también contribuye en la desinflamación del cuerpo. Además, de las propiedades que son conocidas como activar el sistema nervioso y eliminar la somnolencia, aumentando los niveles de alerta.

Por lo anterior, el café se destaca como la bebida estrella para los desayunos, las meriendas y para consumir entre comidas. Sin embargo, esta no es la única propiedad del café. Según algunos estudios, disminuye el riesgo de mortalidad, entre ellas por causas como el cáncer, la diabetes y los problemas cardiovasculares.

Como si fuera poco, esa bebida no solo contribuye a mantener el cuerpo y la mente sana, sino que también ayuda a bajar de peso, así lo respalda un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada. Demostrando que el compuesto del café, la cafeína, puede ayudarnos a adelgazar, sí se acompaña con la actividad física.

Amaro Gahete, uno de los investigadores detrás de ese estudio, explica que en los deportistas “la cafeína se ha usado desde hace años para incrementar el rendimiento deportivo tanto en disciplinas aeróbicas como en disciplinas de fuerza y velocidad”. Y que “es una sustancia aprobada por los organismos y que se puede usar en competición”.

¿Cómo debe tomarlo?

Los autores señalan que se han realizado diferentes investigaciones sobre las propiedades que tiene la bebida en el sistema nervioso, pero “no hay estudios que analicen la influencia de la cafeína en la oxidación de la grasa tras la aplicación de una sesión de entrenamiento”, dije uno de los responsables del estudio.

El resultado principal que arrojó el estudio es que el consumo de cafeína, aproximadamente 3 mg / kg, es decir, el equivalente a una tacita de café cargado, media hora antes de realizar ejercicio físico, sin importar qué deporte sea, aumenta notablemente la quema de grasa.

Además, el estudio aclara que esa ingesta de cafeína “no tiene por qué proceder del café, sino que también puede obtenerse de otras bebidas como el té, la hierba mate o el guaraná”.

Para comprobar cómo se comporta esa sustancia con el rendimiento deportivo, y saber si realmente incrementa la quema de grasas durante, los investigadores plantearon un escenario en el que participaron 15 hombres, de mediana edad y en el que completaron una prueba de ejercicio por siete días.

Los hombres consumieron 3 mg / kg de cafeína o un placebo en la mañana y en la tarde, luego, cada uno realizó las pruebas físicas en un orden aleatorio y en ese sentido se calculó la oxidación de grasas durante el ejercicio.

Para hacerlo usaron un sistema de calorimetría indirecta con la que analizaron la cantidad de oxígeno que tomaron durante la actividad física y la cantidad de dióxido de carbono que se produjo durante el mismo y calcularon la oxidación de sustratos energéticos, de grasa y de carbohidratos.

“Independientemente de la hora del día a la que se consumiera, había un incremento de la máxima oxidación de grasa”, explica Gahete, ya que la pérdida de grasa se daba en la mañana y en la tarde cuando consumían la cafeína. Sin embargo, algo que llamó la atención de los investigadores es que durante la tarde los resultados eran mejores. Lo que quiere decir que consumir esa bebida en ese horario hacía que quemaran más grasa.

Al respecto, Gahete menciona que “el propio ejercicio per sé produce una llamada descarga de catecolaminas, de hormonas tipo adrenalina, que nos activan y que, además, está relacionada con la lipolisis (proceso del organismo que degrada los lípidos ingeridos o almacenados en el tejido adiposo) y con la ruptura de triglicéridos, una acción que aumenta durante la tarde, lo que favorece una mayor quema de grasa”.

Y continúa: “la temperatura corporal es mayor por la tarde, lo que también ayudaría a la quema de grasa”.