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Aceite de cocina.
El consumo de aceites recalentados puede resultar en daños cerebrales específicos, sobre todo en áreas cruciales para la regeneración, lo que resalta el riesgo neurológico del consumo de aceites reusados. | Foto: Getty Images

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Aceite: la pésima práctica que podría aumentar el riesgo de padecer deterioro cerebral y del intestino

Este hábito lo puede volver altamente perjudicial para varios órganos y aumentar el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.

11 de abril de 2024 Por: Redacción El País

La fritura es una técnica culinaria popular que se utiliza en muchas cocinas del mundo para agregar sabor y textura a los alimentos. Sin embargo, el proceso de reutilizar el aceite de cocina, una práctica común en hogares y restaurantes para ahorrar dinero, conlleva varios riesgos para la salud. Este artículo explore los peligros asociados con el uso repetido de aceite de cocina para freír y cómo puede impactar negativamente en la salud.

Evitar mezclar diferentes tipos de aceite, asegurarse de secar los alimentos antes de freírlos y escurrirlos adecuadamente al finalizar la fritura son pasos cruciales para minimizar los riesgos asociados con el uso de la freidora.
El consumo frecuente de aceite de freír reusado se asocia a mayores niveles de neurodegeneración y, por tanto, a una progresión más rápida de enfermedades como el alzhéimer o la demencia. | Foto: Getty Images

Formación de compuestos nocivos

Cuando el aceite se calienta a altas temperaturas, como es el caso de la fritura, comienza a descomponerse y produce varios compuestos nocivos, entre ellos los aldehídos, acroleína, y acrilamida. Estos compuestos se forman cuando el aceite se sobrecalienta y pueden tener varios efectos adversos en la salud. La acrilamida, por ejemplo, se ha clasificado como un posible carcinógeno humano y ha sido vinculada con el desarrollo de varios tipos de cáncer.

Incremento de las grasas trans

El uso repetido del aceite de cocina también aumenta la cantidad de grasas trans presentes en los alimentos fritos. Las grasas trans son creadas cuando los aceites vegetales son hidrogenados y se ha demostrado que aumentan el riesgo de enfermedades coronarias, elevan los niveles de colesterol “malo” (LDL) y reducen el colesterol “bueno” (HDL). Consumir alimentos preparados con aceite reutilizado puede contribuir significativamente al consumo de grasas trans, lo que representa un riesgo adicional para la salud cardiovascular.

Degradación y pérdida de nutrientes

El aceite de cocina pierde sus nutrientes cuando se expone repetidamente a altas temperaturas. Los antioxidantes naturales presentes en aceites como el de oliva o de girasol se degradan con cada uso, reduciendo así los beneficios saludables que originalmente podrían ofrecer. Además, los alimentos fritos en aceite degradado pueden absorber compuestos de descomposición que disminuyen aún más su valor nutricional.

Riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud

Reutilizar el aceite de cocina puede incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Los estudios han encontrado que la exposición a aceites usados puede conducir a una mayor presión arterial y a la inflamación, factores que son conocidos por contribuir al desarrollo de enfermedades cardiacas. Además, la inhalación de humos de aceites que se usan repetidamente puede afectar negativamente la salud pulmonar.

Etiquetar la botella con claridad como "aceite vegetal usado" facilita su manejo y procesamiento adecuado.
Los aceites recalentados conducen a niveles aumentados de colesterol LDL (colesterol malo), triglicéridos y marcadores inflamatorios. También se asocian con un daño hepático y de colon considerable. | Foto: Getty Images

- Efectos sobre el sistema digestivo

El consumo de alimentos preparados con aceite reutilizado puede causar malestar estomacal, como indigestión, náuseas y diarrea. Esto se debe a que los aceites degradados contienen peróxidos y otros compuestos volátiles que pueden irritar el revestimiento del estómago y del intestino, complicando los procesos digestivos normales.

Recomendaciones para uso seguro del aceite

Para minimizar los riesgos para la salud asociados con la reutilización de aceite de cocina, se recomienda seguir estas pautas:

  • No sobrecalentar el aceite: Evitar calentar el aceite a temperaturas que generen humo.
  • Usar aceites con un alto punto de humo: Aceites como el de girasol, maní o canola son más estables a altas temperaturas.
  • Limitar el número de usos: No reutilizar el aceite más de dos veces y descartarlo si muestra signos de deterioro como un color oscuro, olor rancio o excesiva viscosidad.
  • Filtrar el aceite después de cada uso: Esto ayuda a eliminar partículas de comida que pueden acelerar la descomposición del aceite.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.

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