Visita de Alejandro Eder y Federico Gutiérrez a Estados Unidos habría influido para ‘suavizar’ descertificación a Colombia: la historia

Una reunión privada y de alto nivel realizada en el famoso salón de protocolo del piso 7 del Departamento de Estado de Estados Unidos habría influido para que la descertificación a Colombia, medida que ya había tomado ese gobierno y que fue anunciada este lunes, no fuera tan estricta y dura como lo hubiese podido ser.

Incluir al país entre las naciones que no están cumpliendo con sus objetivos para erradicar el flagelo de la producción y tráfico internacional de narcóticos suele acarrear sanciones, así como la interrupción de la asistencia económica que Washington les envía para intensificar su lucha contra las bandas dedicadas a este delito.

Sin embargo, esto no ocurrió con Colombia. ¿Por qué? El pasado martes 9 de septiembre, la importante sala del séptimo nivel de la residencia presidencial, a donde no ingresa cualquiera, habría recibido con todos los honores a los alcaldes de Cali y Medellín, Alejandro Eder y Federico Gutiérrez, respectivamente, para reunirse con el diplomático Christopher Landau, la segunda persona más importante del Departamento de Estado norteamericano, entidad clave para el gobierno de Donald Trump.

El País conoció de una fuente que estuvo presente en esa sala que aquella reunión fue decisiva para que Estados Unidos decidiera mantener su apoyo a las instituciones de seguridad colombianas. De hecho, el reconocimiento a los municipios y a la Fuerza Pública, que llamó la atención en el comunicado de la Casa Blanca, se habría escrito también gracias a la charla de los alcaldes con Landau.

“Las instituciones de seguridad y las autoridades municipales de Colombia continúan mostrando habilidad y coraje para enfrentar a los grupos terroristas y criminales, y Estados Unidos valora el servicio y el sacrificio de sus dedicados servidores públicos en todos los niveles de gobierno”, dijo el gobierno de Donald Trump.

¿Cómo se logró la reunión?

Días antes a la visita, cuando empezó en el país la polémica por el viaje de varios alcaldes a Estados Unidos para interceder por Colombia para evitar una descertificación, también se emprendió desde el Ejecutivo un plan para deslegitimarlos, y hasta se anunciaron acciones legales contra los mandatarios locales.

Esos ‘ataques’ habrían llegado a oídos del gobierno norteamericano, que habría tomado la decisión de recibirlos con un tratamiento de jefes de Estado, ya que, inicialmente, ni siquiera estaba en sus agendas la reunión con el Subsecretario de Estado de Estados Unidos.

Tras esto, los gobiernos subnacionales, que nunca han sido tenidos en cuenta a este nivel o para tomar decisiones de este calibre, incluso habrían gozado de comitiva oficial antes de discutir sobre la situación en sus regiones, incluidos los golpes que asestan el narcotráfico y los grupos ilegales que actúan en estas zonas, según le contó a este diario la fuente anónima.

La ruptura de relaciones entre los Estados parece tal, que los delegados del Gobierno Petro no habrían sido recibidos por autoridades de Washington, ni siquiera el embajador de Colombia en ese país, Daniel García-Peña.

En el encuentro en el Departamento de Estado, habría sido Alejandro Eder quien tomó el protagonismo y habló por ambos alcaldes, considerando el reciente atentado que sufrió la capital del Valle, así como su cercanía con el Cauca, departamento más golpeado en el Pacífico por la lucha contra los grupos armados ilegales y el narcotráfico.

“Gran encuentro con el @DeputySecState Christopher Landau, Subsecretario de Estado de los Estados Unidos. Estados Unidos ha sido un socio estratégico para nuestra región en materia de seguridad, comercio e inversión social desde hace décadas. Para Cali es fundamental seguir fortaleciendo esta relación, en especial hoy que nos quieren devolver a épocas del narcoterrismo. Esperamos profundizar apoyos en materia de seguridad ciudadana, antiterrorismo y la atracción de nuevas inversiones que generen empleo para nuestra gente”, fue la declaración de Eder tras la charla, al parecer muy productiva, que sostuvieron con la mano derecha de Marco Rubio.

Es así como se presume que la posibilidad de que las Fuerzas Armadas nacionales sigan contando con la asistencia estadounidense para erradicar las drogas, al menos por un tiempo, fue lograda tras la inesperada visita de Eder y Gutiérrez a la capital del país norteamericano.