Los funcionarios del Gobierno que le 'tallan' al uribismo

Las divisiones evidenciadas al interior del Centro Democrático se han visto alimentadas por un ingrediente particular: la presencia de funcionarios del gobierno de Juan Manuel Santos en la actual Administración.

El presidente Iván Duque ha tenido que enfrentar las críticas en ese sentido, que vienen desde las filas de su propio partido.

No es un cuestionamiento nuevo, viene desde agosto de 2018, cuando Duque asumió el cargo rodeado de un grupo de ministros más técnicos que políticos, quienes no representaban de lleno al uribismo.

En el Gobierno Duque hay más de 15 funcionarios de la era Santos, entre ministros, viceministros y cabezas de entidades.

Sin embargo, el senador Jhon Harold Suárez, del ala cercana a Duque en el Partido Centro Democrático, le da otra lectura a la supuesta presencia de santistas en el Ejecutivo actual.

“La base se ha mantenido, la gente que quedó en los mandos medios es la gente que dejó Santos, en departamentos y ministerios, que son los que toman parte de las decisiones”, asegura el congresista vallecaucano.

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Sin embargo, sostiene que es lógico que en la actual coyuntura el presidente Duque haya abierto el Gobierno a la presencia de otros sectores que no son uribistas.

A su vez, para el representante a la Cámara por el Centro Democrático Edwar Rodríguez, “el santismo no existe en el Gobierno. Son colombianos que quieren sacar el país adelante. Si hay otras personas que no comulgan con nuestras ideas se les respeta, y no vamos a maltratar a la gente”.

Y complementa diciendo que estos funcionarios “son más técnicos y que otros son duquistas”.

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La ministra del actual gabinete que más se ha relacionado con el santismo es la titular de Minas, María Fernanda Súarez, quien en la anterior Administración ocupó la dirección de Crédito Público y del Tesoro, del Ministerio de Hacienda.

Según algunos sectores del uribismo del ala radical, ese cargo la llevó a estar en el corazón de la dirección fiscal del Gobierno anterior, en donde solo se desempeñaban los más cercanos al expresidente.

La ministra de Cultura, Carmen Vásquez, también hizo parte de la Administración pasada: fue viceministra para la Participación en el Ministerio del Interior, en momentos en que Juan Fernando Cristo era el jefe de esa cartera. Igualmente, estuvo como diplomática ante la OEA.

Un tercer ministro que fue cercano al Gobierno Santos es el de Ambiente, Ricardo Lozano, quien fue el director del Ideam. Sin embargo sobre él las críticas han sido menores.

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El entrante ministro de Salud, Fernando Ruiz, se desempeñó en los años anteriores como viceministro de salud pública, situación que le ha merecido críticas de sectores uribistas que no comparten la llegada del llamado vargasllerismo al Gobierno, en alusión al exvicepresidente de la República durante el mandato de Juan Manuel Santos.

Mabel Torres, la ministra de Ciencia y Tecnología, también pasó por la administración pasada, puesto que ocupó la dirección regional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.

Un caso más es el de Felipe Muñoz, quien fue el último director que tuvo el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, durante el mandato de Juan Manuel Santos y en el actual Gobierno está al frente de la oficina presidencial que atiende los problemas de la frontera.

Dos altos consejeros presidenciales también hacen parte de la lista de funcionarios que pertenecieron a ambos Ejecutivos: Karen Abudinen, directora del Icbf antes y ahora consejera de Regiones y Política, y Jairo Clopatosky, director de Coldeportes y cónsul con Santos y actual consejero para la Discapacidad.

Sin que se haya posesionado, la nueva directora de Bienestar Familiar, Lina María Arbeláez, también está en el ojo del huracán por cuenta los ‘pura sangre’ del uribismo.

El exprecandidato presidencial por el Centro Democrático Rafael Nieto Loaiza calificó como “inconveniente” su designación e incluso cuestionó sus apoyos al aborto, el matrimonio igualitario y el proceso de paz entre el Estado y la extinta guerrilla de las Farc.

Ahora bien, en donde hay gran dominio de funcionarios que hicieron parte de la era Santos es en los viceministerios.

Es así como se cuentan el de Participación en el Ministerio del Interior, Francisco Chaux; el de Salud, Luis Alexánder Moscoso; el de conectividad, en el MinTic, Iván Mantilla; el de Justicia, Juanita López; la de Ambiente, María Claudia García; la de Comercio, Laura Valdivieso, y la de Educación, Constanza Alarcón.

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Aunque ya no está en el Gobierno Duque, una procedencia política que generó dudas fue la del exdirector de Migración Colombia, Cristian Kruger.

Salió en diciembre de 2019 y casualmente fue reemplazado por otro funcionario que estuvo en la era Santos, Juan Francisco Espinosa, quien en su momento fue nombrado jefe de la Oficina Jurídica del Ministerio de Hacienda y secretario del Consejo de Ministros.

De igual forma, Víctor Saavedra, quien hasta diciembre pasado fue viceministro de Vivienda, se desempeñó como viceministro de Educación en el Ejecutivo anterior, correspondiéndole estar al frente de la polémica inclusión de los derechos de la comunidad Lgtbi en los manuales de convivencia.

Esa función generó que la senadora del Centro Democrática María del Rosario Guerra fuera vehemente en su crítica hacia él.

No obstante, según los expertos esta situación no va a cambiar y, por el contrario, con los últimos ajustes a su equipo, el presidente Iván Duque deberá prepararse para recibir más reclamos de los congresistas de su partido.

Será, dicen, el costo que deberá pagar para mejorar su gobernabilidad y poder conformar una coalición más sólida en el Congreso.

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La más persistente en las críticas hacia los nombramientos en el gabinete del presidente Iván Duque ha sido la senadora María Fernanda Cabal, quien en el 2017, cuando se hizo la selección interna del candidato presidencial en el Centro Democrático, apoyó a Óscar Iván Zuluaga, e incluso, luego, en la campaña del 2018, expresó su distanciamiento del hoy Jefe de Estado.

De igual forma, junto al senador José Obdulio Gaviria, en diciembre de 2018 cuestionaron a las entonces ministras del Interior y Justicia, Nancy Patricia Gutiérrez y Gloria María Borrero, por su fracaso en la agenda legislativa al no haber logrado la aprobación de las reformas política y judicial.

El Mandatario en ese momento les recordó a los dos congresistas que “el único que decide sobre el nombramiento de los ministros es el Presidente de la República y eso es algo que tienen que entender los que quieren empezar a cocinar cambios”.

El distanciamiento con Cabal, así como con el exministro Fernando Londoño y su contrincante en la precandidatura Rafael Nieto Loiza, todos uribistas ‘pura sangre’, siguió creciendo porque para ellos era claro que el Mandatario colombiano ha mostrado cercanía con el santismo o al menos con algunos exfuncionarios que estuvieron en el anterior Gobierno.

Han sido tal las divisiones, que en los últimos días han circulado rumores de que, al no sentirse representados por Duque ni por su equipo de ministros, un grupo de uribistas estarían pesando en formar ‘rancho’ aparte en un nuevo partido político o en un “movimiento” independiente, destinado a presentar proyectos de ley al margen de la agenda presidencial.