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La Corte Suprema de Justicia reinterpretó su reglamento y bajó a 12 la cantidad mínima de votos para conseguir la elección de los magistrados que ocuparán siete vacantes. | Foto: Colprensa

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Las trabas que llevaron a la Corte Suprema de Justicia a su límite

Apenas el viernes pasado, el Alto Tribunal logró un consenso para el nombramiento de siete cargos vacantes..

25 de marzo de 2020 Por: Colprensa

La Corte Suprema de Justicia llegó a su propio límite. Desde noviembre de 2018 hasta el pasado viernes se celebraron, en vano, más de 15 salas plenas para remplazar siete vacantes.

Solo hasta el viernes, cuando ya no tenía quórum, el Alto Tribunal logró un consenso para el nombramiento de estos cargos. Sin embargo, quedó un sinsabor en la opinión pública: ¿por qué tuvo que llegar la Corte hasta esa situación extrema?

Las actas de las sesiones, que dan cuenta de lo que pasaba en el desarrollo de cada reunión, muestran que la situación se había vuelto insostenible.

Elección de magistrados

En abril de 2019, tras la ausencia de José Luis Barceló, quien salió en febrero del mismo año debido a que cumplió su periodo, los juristas debían decidir por las cinco vacantes que estaban por suplir. Entre ellas, las de los magistrados que abandonaron la corporación desde 2018, así como la renuncia de Margarita Cabello y el nombramiento del reemplazo del exmagistrado Gustavo Malo, investigado por el ‘Cartel de la Toga’.

En esa ocasión tampoco hubo humo blanco en la elección de los magistrados y solo hasta junio de 2019 los juristas se pusieron de acuerdo y designaron al magistrado Jaime Moreno como provisional, para reemplazar a Malo, mientras que las otras cuatro vacantes seguían sin ocuparse.

Los rifirrafes entre los magistrados se registraron abiertamente en cada una de las Salas que tiene el alto tribunal. Según el documento conocido por Colprensa, cada una estaba en la potestad de llevar un candidato para nombrarlo, pero el problema surgió a la hora de buscar un consenso sobre las personas que se proponían. Casi siempre, las discordias se presentaron entre la Penal y la Civil, que no lograban ponerse de acuerdo.

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En la Sala Plena del primero de agosto empezaban a notarse cada vez más las diferencias. Para ese momento, el magistrado Luis Antonio Hernández (Sala Penal) hizo un llamado a las diferentes salas, para que se hicieran los nombramientos de los titulares de la sala penal. Ya era clara la división que existía entre la Civil y la Laboral, que para ese momento querían un magistrado distinto al propuesto.

Ya en octubre, cuando el tema no parecía recomponerse, el magistrado Gerardo Botero (Sala Laboral) dijo que no estaba de acuerdo con el tema de “yo te nombro y tú me nombras”.

Botero afirmó que faltaba sinceridad y valentía para decir qué candidato no les gustaba, a la cual se sumó el magistrado Aroldo Quiroz (Sala Civil), quien expresó que a la gente “le daba miedo decir las cosas cuando no se veía transparencia”.

El exmagistrado Ariel Salazar, indicó que los candidatos “no podían ser inamovibles”, pues consideraba que los querían imponer a como diera lugar.

Sin embargo, el magistrado Rigoberto Echeverri (Sala Laboral) informó en su momento que se mantenían con los candidatos que ya estaban y que lo ideal era que hubiera un consenso. Entre esos que se rehusaron a quitar del listado está el nuevo magistrado Fabio Ospitia Garzón, quien fue propuesto en octubre por la Sala Penal para ocupar la vacante del magistrado Barceló.

Quiroz (Sala Civil) dijo que tal nombramiento podría traer riesgos, ya que Ospitia había trabajado para el magistrado José Leonidas Bustos, también investigado por el ‘Cartel de la Toga’.

La Sala Penal, finalmente, siguió con la idea de seguir postulando a Ospitia, prueba de ello es la selección que se registró el viernes. En la Sala Plena del pasado 12 de noviembre, también sonaron otros nombres, entre ellos, Hugo Quintero, quien también fue elegido.

En la misma fecha, la Sala Civil propuso a Bárbara Talero para suplir la vacante dejada por Margarita Cabello. Mientras que junto a Ospitia y Quintero la Sala Penal también presentó a Jairo Ignacio Acosta Aristizábal, a la par que la Sala Laboral propuso a Ómar Ángel Mejía Amador, también elegido el viernes, y María Matilde Trejos.

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Conocidos los nombres, el magistrado Botero expresó que se debía votar por los seis candidatos seleccionados y consideró, a manera de regla, que si en la primera lista el candidato no obtenía la votación requerida para su elección, no se podía seguir con los demás. La propuesta fue aprobada.

En el primer round, como Ospitia no obtuvo los votos necesarios para ser elegido, Botero manifestó que “era inane” seguir con la votación, pues o salían electos los seis magistrados titulares o no salía ninguno. Tras la puja de no tener luz verde en la votación y con varias propuestas para destrabar la situación, Hernández, el 5 de diciembre, consideró viable que la votación fuera secreta, hecho que el magistrado Luis Armando Tolosa (Sala Penal) catalogó como una acción irregular, debido a que esto era una manera de “presión” para los magistrados.

Para el 13 de diciembre, cuando ya no solo debían nombrar a sus compañeros sino también al nuevo fiscal general, los juristas seguían enredados con lo que no habían logrado durante todo el año. En Sala Plena previa a que empezara la vacancia judicial, Hernández daba por sentado que tal situación pararía luego de que se nombrarán los magistrados. Sin embargo, no fue así.

Recordó entonces que se someterían a votación los candidatos que fueron seleccionados por cada Sala, y si los otros aspirantes obtenían votos, éstos se dejaban como nulos. Como una luz verde, el magistrado Octavio Tejeiro manifestó que la Sala Civil estaba de acuerdo con el candidato de la Sala Penal. Botero también dijo que estaban de acuerdo con la propuesta de nombrar un magistrado y apoyarían al candidato que trajera la Sala Penal.

Gerson Chaverra, Fabio Ospitia, Hugo Quintero, Francisco Ternera Barrios, Ómar Ángel Medina, Iván Mauricio Lenis y Luis Benedicto Herrera fueron los magistrados elegidos el pasado viernes.

Sin embargo, dejó claro que se debía votar en bloque, es decir, por los siete candidatos y en caso que no surtiera efecto, no salía nadie. Además, Botero dijo fuertemente que “ahora no se podía confiar en la palabra, por lo que solicitó que si se convocaba a sesión extraordinaria de Sala Plena, se votara conforme a esta última propuesta”.

Luego de varias Salas realizadas este año, solo en esta última los juristas pudieron destrabar la situación y hoy pueden contar con 22 magistrados de los 23 que debe tener en pleno el Alto Tribunal.

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