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Iván Duque se posesionó como Presidente de la República el 7 de agosto de 2018, luego de vencer en junio de ese año a Gustavo Petro, en segunda vuelta. | Foto: El País

PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA

Así empieza Duque su último año en el poder

Según analistas, el presidente Duque arriba con buen margen de gobernabilidad a su último año en el poder. Repaso a un mandato marcado por la crisis sanitaria, económica y social.

5 de agosto de 2021 Por: Redacción de El País

El próximo sábado, a las 3:00 de la tarde, Iván Duque Márquez cumplirá 27.000 horas al frente de los destinos de Colombia, después de convertirse, el 7 de agosto de 2018, en el presidente más joven de la historia reciente del país.

“Hoy llega a la Presidencia de Colombia una nueva generación, motivada por el servicio y no por el ejercicio vanidoso del poder, comprometida con el futuro y sin anclas en prejuicios del pasado, inspirada en la justicia social y en la seguridad como el cimiento de nuestras libertades, y dedicada a promover el entendimiento, el trabajo en equipo y la construcción de consensos”, dijo hace tres años en la Plaza de Bolívar, acompañado de su esposa, María Juliana Ruiz, y de sus tres hijos.

Desde entonces han transcurrido 1096 días signados por aciertos y desaciertos, así como por momentos difíciles, enmarcados por supuesto por la pandemia del covid-19, que desde el año pasado ha causado el fallecimiento de más de cien mil colombianos.

“Antes de eso nosotros teníamos el crecimiento de la economía más alto de América Latina. Eso el país no lo puede olvidar. A nosotros, y al mundo por supuesto, nos cambió el caminado la llegada de la pandemia, pero los índices de crecimiento del país eran increíbles, los pronósticos eran otros”, asegura un exfuncionario del Gobierno Nacional.

En ese mismo sentido, el analista político Jhon Mario González recuerda “el entusiasmo que despertó en el empresariado colombiano la reforma tributaria de 2019, que llevó el Producto Interno Bruto, PIB, a crecer entre enero y febrero de 2020 al 4,1 %”.

Se refiere el experto a la llamada Ley de Crecimiento Económico que, de la mano del entonces ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, la Administración Duque le propuso al Congreso de la República siendo aprobada el 18 de diciembre de 2019.

Esto después de que la Corte Constitucional decidiera que la reforma tributaria que había avalado el Legislativo a finales del 2018 tenía “vicios de trámites”, por lo que su vigencia terminaría el 1 de enero del 2020.

No había sido fácil la relación del Ejecutivo con el Legislativo, pero justo el estratega político Miguel Jaramillo relaciona esa situación como un acierto: “Duque hizo una gran apuesta por transformar la relación con la clase política del país. Si bien tuvo un alto costo el hecho de ceder ante ciertos espacios clientelistas en la relación con los congresistas y los partidos políticos, esto ha servido de una u otra manera para transformar un poco la cultura de relacionamiento entre los sectores políticos y la Casa de Nariño”.

Pero para el también magíster en Gobierno de la Universidad Eafit sin duda el mayor logro de este Gobierno ha sido el manejo de la pandemia de Covid-19: “Hay que destacar el rol del Presidente, en medio del ensayo error en el que incurrieron todos los mandatarios del planeta, de haberse rodeado, sobre todo de la ciencia, tanto en la toma de medidas para evitar contagios masivos como en el proceso de la vacunación, que sigue dando muy buenos resultados para el país”.

Con este último punto coincide Álvaro Benedetti, experto en desarrollo regional, “a pesar del relativo retraso en el diseño y posterior implementación del Plan Nacional de Vacunación en comparación con países de la región y de Europa y Asia, los avances y resultados son notables”.

De igual forma el también docente universitario destaca como positivo del actual Gobierno “el haber facilitado la continuidad en proyectos de alto impacto en materia de infraestructura de transporte, movilidad y obras públicas, como la red vial nacional del centro y Pacífico, el metro de Bogotá y algunas inversiones movilizadas bajo mecanismos de alianza público privada y la matriz de inversión pública, especialmente fondos del Sistema General de Regalías”.

Ahora bien, los analistas tienen opiniones diversas frente a lo actuado por Iván Duque con respecto a Venezuela, puesto que no todos ven con buenos ojos el llamado cerco diplomático que el Gobierno desplegó en contra del chavista Nicolás Maduro, dado que su régimen sigue vigente en el vecino país, pese a toda la presión que Colombia ejerció en su contra desde el llamado Grupo de Lima.

En lo que sí están de acuerdo es en la expedición del Estatuto de Protección Temporal a Migrantes Venezolanos, por medio del cual se regulariza su estancia en Colombia y se les brinda el acceso a la oferta de servicios estatales, lo cual ha sido aplaudido por la comunidad internacional.

En opinión de Benedetti, la política exterior del Ejecutivo “ha sido inestable y determinada por los vaivenes de la agenda interna y una pelea egocéntrica cazada con el régimen venezolano que no condujo sino a aislar a Colombia del escenario más progresista de la región”.

A su vez, el consultor Jaramillo sostiene que al Primer Mandatario “le ha faltado más empatía y más ‘feeling’ para conectar con la ciudadanía y es algo que hoy le cobran las encuestas frente al momento que vive el país, a la fuerte coyuntura y al hecho de conocer muy bien las regiones”.

Agrega que Duque carece “de un sanedrín o un círculo primario que lo acerque más con la clase política, la clase empresarial, los gremios y las organizaciones representativas de ciudadanos. Creo que solo en el primer semestre del 2021 y quizá en algunos momentos del 2019, cuando las crisis arreciaron, el Presidente entendió la relevancia que tenía el hecho de sintonizarse más con la clase política y de buscar consensos”.

“No ha sabido rodearse de un equipo preparado y experimentado. Sus consejeros en general son gente menos experimentada que él”, afirma sobre este mismo punto Jhon González.

La venida de Duque a Cali a anunciar más presencia de la Fuerza Pública para garantizar el levantamiento de bloqueos, en medio del Paro Nacional, es vista como positiva.

Gobernabilidad versus protesta social

Para los analistas es claro que el presidente Iván Duque arriba con un importante margen de gobernalidad a su último año en el poder, dado que cuenta con las mayorías en el Congreso de la República.

Sin embargo, la coalición oficialista podría verse menguada por el hecho de tratarse de un año electoral, lo cual, de acuerdo con los expertos, se empezaría a acentuar a partir de octubre próximo, cuando precisamente el Gobierno Nacional necesita un mayor impulso para su numerosa agenda legislativa.

Entre esos proyectos de ley se destaca sin duda la reforma tributaria que ya presentó el Ministerio de Hacienda, así como las iniciativas que buscan reestructurar la Policía Nacional.

Ahora bien, otra de las amenazas que acechan la gobernabilidad del actual Mandatario es la posibilidad de que haya un rebrote de las manifestaciones registradas el 21 de noviembre del 2019 y este año, a partir del 28 de abril y por cerca de dos meses.

“A nadie le queda duda de que tuvimos momentos en medio de la protesta social donde hubiéramos podido tener una situación comprometedora para el Poder Ejecutivo colombiano, sin embargo, se han tomado una serie de decisiones de mayor vinculación con el sector político tradicional y hemos visto cómo partidos como el Conservador, el Liberal y Cambio Radical están teniendo una mayor participación a todos los niveles en ministerios, direcciones, agencias y demás dependencias del Gobierno Nacional”, anota el estratega político Miguel Jaramillo.

Según el también magíster en Gobierno de la Universidad Eafit, “eso ha ayudado a contener una gran insatisfacción no solo de la clase política sino del pueblo colombiano en general y de muchos sectores del mismo partido Centro Democrático”, cuyo apoyo es fundamental tanto para mantener la gobernalidad del Presidente como para sacar adelante sus proyectos de ley.

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