:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/semana/KPFGSDVSIVHYPNYV5IF6L5GEKI.jpg)
VENEZUELA
Apertura de la frontera, el "camino correcto" para restablecer relación con Venezuela, dicen analistas
El presidente electo, Gustavo Petro, habló ayer con el Gobierno Maduro para establecer “el pleno ejercicio de los derechos humanos en la zona limítrofe con Venezuela”.
Como un paso en el camino correcto califican analistas el acercamiento del presidente electo, Gustavo Petro, con el Gobierno venezolano para abrir las fronteras de Colombia con el vecino país.
Uno de estos expertos es Guillermo Sinisterra, profesor de la Facultad de Ciencia Económica y Administrativa de la Universidad Javeriana Bogotá, quien considera que en estos momentos, “desde el punto de vista informal, el flujo migratorio pasa por unas trochas controladas por la delincuencia organizada. Y, desde la formalidad, estamos dejando de hacer negocios más o menos por cuatro o cinco mil millones de dólares al año…. Entonces, cuando Petro expresa que quiere abrir la frontera, creo que es un acierto”.
Precisamente, ayer las reacciones no se hicieron esperar luego de que el nuevo Mandatario escribiera en su cuenta de Twitter: “Me he comunicado con el Gobierno venezolano para abrir las fronteras y restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos en la frontera”.
Después, el presidente del vecino país, Nicolás Maduro, confirmó que el diálogo había sido con él.
Lea aquí: Regiones en donde Petro y Márquez deben ganar la confianza de los colombianos
El analista Sinisterra asegura que la violación de estos derechos no se da por los gobiernos de Colombia ni por Venezuela, sino por esa informalidad a raíz de la restricción. “En esas trochas, a alguna persona le podía pasar de todo. Eso se va a corregir cuando se abran las fronteras legalmente”.
Agrega que no se va a tener un flujo de comercio igual a US$8000 millones al año como antes, pero sí un flujo de comercio que ya va más o menos en US$900 millones y llegaría a unos US$2000 o US$3000 millones al cabo de un par de años con toda seguridad.
Cree, entonces, que la decisión del electo Jefe de Estado es un paso en la dirección correcta. “Nos falta arreglar cositas para poder restablecer la relación: mirar estrategias, tratar de hacerles ofrecimientos al régimen venezolano para que también nos beneficiemos nosotros y establecer mecanismos de pago realistas. Ya que todo el problema con Venezuela empezó porque un ente del Estado era el que centralizaba los pagos al exterior y no nos pagaban. Eso no puede estar en la nueva agenda del Gobierno; debe dejarse fluir el libre mercado”.
Sinisterra asegura que hay muchos sectores de Colombia de bienes y servicios que se requieren en el país vecino inmediatamente. Entonces, dice, hay empresas que están listas para volver.
Solo hay que mirar los medios de pago y que las compañías le crean al régimen que se está comportando serio. Y pone de ejemplo la aerolínea Avianca, que ya está lista para poner aviones en Venezuela otra vez.
De su lado, sobre la propuesta de Petro, el saliente presidente Iván Duque aseguró que las fronteras no han estado cerradas y agregó que lo importante “es que sigamos garantizando, sobre todo del lado venezolano, que no haya connivencia con el terrorismo, porque allá está ‘Pablito’, ‘Antonio García’ e ‘Iván Márquez’, entonces que los devuelvan, que los manden, los capturen y los extraditen”.
De igual forma, la actual vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, indicó que la frontera con Venezuela está abierta desde hace más de un año y añadió que quienes la tenían cerrada son ellos (el Gobierno Maduro).
“Están cambiando las reglas de juego porque quitaron los contenedores (que obstaculizaban el paso), pero les ponen restricción a los venezolanos para pasar acá. Yo creo que la frontera nunca se cerró. La cerró Venezuela, eso pues, no tiene ningún cambio”, dijo.
Los otros retos
Para Rodríguez, el nuevo Gobierno de Colombia también tiene otros desafíos para reanudar de manera formal las relaciones con el vecino país.
Hay retos en materia de coordinación de las autoridades aduaneras y de las autoridades migratorias. “Entre Colombia y Venezuela viven doce millones de ciudadanos convocados en la zona de frontera, personas que pasan todos los días de un lado a otro. Del lado venezolano 4,9 millones de personas tienen la tarjeta de movilidad fronteriza y son muchos los compatriotas que van al lado venezolano llevando bienes y servicios, pero lo hacen a pie. Recuperar ese comercio, quitárselo a la ilegalidad es fundamental”.
Otro de los retos, es el tema de relación consular, el cual afecta de forma directa a 3,4 millones de compatriotas que viven en territorio venezolano y a 2,3 millones de venezolanos que viven en Colombia y que demandan servicios consulares: la renovación de sus documentos, la inscripción de sus hijos, etc.
Asimismo, la formalización de la relación bilateral: las misiones diplomáticas, la recuperación de las comisiones de Frontera y de Conciliación. Estos, explica Rodríguez, son espacios de negociación que existían entre los dos países que se requiere recuperar en el menor tiempo posible