Todo tiene un límite
La amenaza de un ataque terrorista continúa latente y por tal razón es de esperar que se incrementen los controles en los aeropuertos.Sin embargo, se debe evitar caer en un delirio absurdo que lleve a violar la intimidad de las personas.Es lo que está ocurriendo con los escáneres que permiten a los encargados de los terminales aéreos de Estados Unidos ver a la gente literalmente desnuda.Los que se nieguen a pasar por este dispositivo deben padecer inspecciones físicas, a las cuales la propia Secretaria de Estado de EE.UU. ha declarado que rehusaría someterse. Todas las personas tienen el deber de aceptar los controles necesarios para preservar la seguridad nacional, siempre y cuando éstos no impliquen tratos degradantes que atenten contra su dignidad e intimidad.