Separación frustrada

La insistencia de los habitantes de Rozo para que su población se convierta en municipio, es una muestra de la crisis que atraviesa Palmira por culpa de la politiquería.En los últimos años, la Administración que dirige el alcalde Raúl Arboleda ha sido acusada de innumerables hechos, que han producido incluso su suspensión por la Procuraduría General de La Nación.Y entre otros asuntos graves, no hay claridad de la forma en la que le adjudicaron a empresas del grupo Nule contratos por más de $30 mil millones, sin que hasta ahora se sepa cuánto les pagó de anticipo.Con razón, los corregimientos de Palmira se sienten abandonados y protestan porque la Alcaldía no responde a sus justos reclamos.La frustrada separación de Rozo se explica por las limitaciones de orden económico y práctico. Pero no debe impedir que Palmira se libere de sus ataduras clientelistas y responda a todos sus habitantes por igual.