La crisis del Soat

La corrupción, el fraude y los altos índices de accidentalidad han originado una crisis en las aseguradoras que venden el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, Soat.

Los afectados son miles de usuarios, a quienes desde hace meses se le dificulta la adquisición de un requisito para que cualquier vehículo transite en Colombia.

Ante esta situación el Gobierno Nacional ha mostrado su voluntad de dialogar y resolver el problema, por lo que anunció una reducción del 50% en las tarifas del Soat para motocicletas y automotores de transporte público.

Si bien con ello se pretende incentivar la adquisición del Soat, en especial para los vehículos que presentan los más altos índices de accidentalidad como los 10,5 millones de motocicletas que transitan en las vías colombianas, con la medida no se soluciona todo el problema.

Falta aclarar, por ejemplo, de dónde saldrán los recursos para cubrir el déficit que producirían los descuentos, así como los altos costos de atender a las víctimas de accidentes de tránsito.

Y cómo harán las autoridades para evitar y sancionar los carteles de las ambulancias y clínicas que se lucran indebidamente con el seguro obligatorio, así como a quienes lo evaden o le dan mal uso.

Para una crisis de tal tamaño se requieren soluciones integrales, que les brinden garantías a aseguradoras y usuarios, castigue a quienes se benefician ilegalmente y garantice la atención en caso de accidentes.