Juego mortal
A pesar de que parecen un simple juego de adolescentes, los llamados piques son prácticas peligrosas que cobran vidas.Esta...
A pesar de que parecen un simple juego de adolescentes, los llamados piques son prácticas peligrosas que cobran vidas.Esta vez la víctima fue un muchacho de 17 años que murió el 13 de octubre pasado luego de que el vehículo en el que competía en carreras callejeras se estrelló contra un poste.Pero si bien es cierto que falta un control más estricto de las autoridades para evitar que se efectúen estas competencias, no se puede eximir de responsabilidad a los padres de los menores involucrados en ellas.¿Cómo se explica que un menor de edad saque un carro de su casa y lo use a altas horas de la noche con tanta facilidad? Evidentemente ocurre por la negligencia de sus progenitores quienes son incapaces de controlarlos. Y mientras estos padres no acepten su obligación de imponer normas y vigilar las actuaciones de sus hijos, no habrá intervención de la Policía, ni de ninguna autoridad, que valga.