¿Hasta cuándo?

Durante décadas quienes viven cerca al Cerro de la Bandera han atestiguado su devastación por cuenta de la explotación minera.Pero el incremento indiscriminado de esa práctica durante este año ha atizado sus temores: en enero eran 120 y hoy son más de 750.Y todo ha ocurrido frente a los ojos de las administraciones municipales que no le han dado la solución que corresponde a los problemas ecológicos y sociales que crecen allí. De nada sirvió declarar al cerro como reserva forestal ni los anuncios de cierre de las minas ni la propuesta de adecuar un ecoparque.La montaña hoy está erosionada, su vegetación arrasada y en cualquier momento se puede desplomar sobre los barrios colindantes o sobre los mineros que arriesgan su vida arañándola en busca de un sustento para sus familias.Es hora de que las autoridades municipales eviten la tragedia anunciada que se cierne en el Cerro de la Bandera.