Del dicho al hecho

Que sigan sucediendo hechos como la quema de buses del MÍO y nuevos intentos de bloqueo en varios puntos de la ciudad es inaceptable.

Cali lleva muchas semanas padeciendo las consecuencias del vandalismo y de los actos de violencia orquestados por unos pocos, que afectan sobre todo a los miles de personas que deben utilizar el transporte público y movilizarse para cumplir con sus labores diarias.

En vez de ser la solución a los problemas de quienes más necesidades tienen, como argumentan quienes están empecinados en perpetuar la anarquía en la capital del Valle, actos como los ocurridos entre el jueves y el viernes, en los que dos buses del sistema de transporte masivo fueron incendiados, solo sirven para ahondarlos.

Por ello se tienen que tomar las medidas que sean necesarias para acabar con los bloqueos de las vías, los daños a los bienes públicos y la intimidación a la que están siendo sometidos los caleños.

Y se debe perseguir y judicializar a las organizaciones que están promoviendo estas situaciones y buscan lucrarse de ellas.

No basta con anunciar medidas como lo ha hecho el Secretario de Seguridad de Cali.

Hay que pasar del dicho al hecho para que se erradiquen esas prácticas que tanto daño están provocando, y se le permita a la ciudad recuperar la tranquilidad que le han arrebatado.