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Ucrania se defiende

Hay pues razones para creer que Ucrania está en el camino de contener la invasión, por supuesto apoyada en los suministros y ayudas de Occidente.

11 de septiembre de 2022 Por: Editorial .

Cuando se pensaba que los ejércitos de ocupación de Rusia habían tomado ventaja en su propósito de aislar la región del sureste de Ucrania, las fuerzas de este país sorprenden con una contraofensiva que, al parecer, ha logrado cambiar por ahora el rumbo de una invasión que lleva siete meses sembrando destrucción. Y Europa se prepara para un invierno inminente y la falta del gas ruso con el cual Vladimir Putin pretende contestar a los bloqueos de Occidente y doblegar la voluntad del Viejo Continente.

La respuesta de Ucrania al segundo ejército más poderoso de la tierra es registrada en todos los medios del mundo. La embestida en el Dombás ha llevado a recuperar en el este ciudades como Izium, Kupiansk y Balaklia en la región de Donetsk, nodos fundamentales para el transporte de tropas y suministros a las tropas de Moscú, mientras las ofensivas en el sur empiezan a mostrar resultados en el mar de Azhov, clave para el acceso de Rusia a la península de Crimea, y en Kherson, al sur del país.

El resultado es la retirada de las tropas rusas que su ministro de Defensa trata de matizar como movilizaciones “para poder reagruparse”, y un avance que se calcula en 3.000 kilómetros recuperados por la ofensiva de 11 días, en los que Rusia gastó meses para tratar de controlarlos. Hay pues razones para creer que Ucrania está en el camino de contener la invasión, por supuesto apoyada en los suministros y ayudas de Occidente.

Pero ante todo, en la moral y la claridad de esa nación en la lucha que lleva a cabo para recuperar el territorio invadido y expulsar al invasor. Según The Economist, Serhiy Haidai, gobernador de la región ucraniana de Luhansk, dijo que creía que sería solo "cuestión de tiempo" antes de que las tropas ucranianas cruzaran el río Donets y se trasladaran a las ciudades en la parte norte de la región de Lugansk, que Rusia se jactó de capturar en su totalidad a principios de julio. “Sus líneas simplemente se están desintegrando”, afirmó el funcionario.

Y al otro lado, las circunstancias no parecen las mejores en materia de moral y resultados, así el inmenso aparato de comunicación diga lo contrario. Según la misma revista, “los blogueros militares a favor de la guerra están furiosos por la humillación de Rusia. Igor Girkin, ultranacionalista que dirigió la ofensiva de Rusia en Donbas en 2014, predijo una derrota total para sus tropas: “Ya hemos perdido, el resto es solo cuestión de tiempo”, escribió en Telegram, plataforma de mensajería popular entre los observadores militares rusos. Y Michael Kofman, experto en seguridad y conocedor de la situación, señaló que la calidad de las fuerzas rusas estaba cayendo. “No tienen la mano de obra para sostener esta guerra”.

Entre tanto, Rusia presiona a Europa cerrando el suministro de gas en el invierno que se avecina, su chantaje para tratar de contener el apoyo a una Ucrania decidida a expulsar a los rusos de su territorio. Ante las sugerencias de que acepte negociar con el invasor, la respuesta de Vladimir Zelensky fue terminante: “Algunos nos están empujando a abrazos superfluos. No, no podemos permitirnos detenernos".

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