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Tiempo de reconstruir

De la destrucción que dejaron los incendios forestales en Cali y el Valle, ahora hay que pasar a la reconstrucción. El compromiso de recuperar esas miles de hectáreas arrasadas por el fuego y devolverles la vida que albergaban es de todos los vallecaucanos.

27 de septiembre de 2019 Por: Editorial .

De la destrucción que dejaron los incendios forestales en Cali y el Valle, ahora hay que pasar a la reconstrucción. El compromiso de recuperar esas miles de hectáreas arrasadas por el fuego y devolverles la vida que albergaban es de todos los vallecaucanos, que están llamados a acompañar las acciones emprendidas por las entidades estatales encargadas del medio ambiente en la región.

Basta mirar hacia los cerros de Cali o pasar cerca a las montañas de Dapa, en Yumbo, para comprender el gravísimo daño que han causado los 1600 incendios ocurridos este año en el departamento. Son tres mil hectáreas de pastos y bosques perdidos, que pueden tardar entre cinco y veinte años en recuperarse, todo por la irresponsabilidad de esas manos criminales o descuidadas que causaron el 99% de las conflagraciones.

Por ello hay que comenzar ya la tarea de recuperación de esos recursos naturales que son tan importantes para este Valle que tiene en sus montañas uno de sus principales valores. Porque si algo caracteriza a esta comarca es su fertilidad unida a esa riqueza verde, además de sus hermosos y variados paisajes. Es sobre todo la posibilidad de tener un medio ambiente mejor, respirar un aire más sano y combatir de manera más eficaz los efectos de un cambio climático cada vez más acelerado e impredecible.

Ahora es el momento de apoyar las iniciativas que desde las entidades estatales se adelantan y de atender el llamado para colaborar en el proceso de restaurar lo que arrasó el fuego. Es lo que buscan campañas como la de ‘Cerros más verdes’, liderada por la CVC, el Dagma, la Gobernación del Valle, las Alcaldías de Cali y de Yumbo y los Cuerpos de Bomberos Voluntarios, con las cuales se invita a la comunidad a donar sustratos para abono que ayuden a recuperar la capa vegetal, agua, hidrogel, árboles de las especies recomendadas o herramientas como palas y picas.

El siguiente paso será acompañar las jornadas de siembra que se realizarán en cerros como Cristo Rey y las Tres Cruces en Cali, en las montañas de Dapa que fueron las más afectadas por los incendios en este verano y donde se perdieron alrededor de 1200 hectáreas de vegetación. Serán acciones que se replicarán por todo el Valle, en aquellas zonas que sufrieron las inclemencias de las llamas destructoras. Lo que viene luego es convertir a toda una sociedad en vigilante permanente para evitar que los criminales e irresponsables provocadores de incendios forestales repitan una y otra vez sus fechorías.

Esa solidaridad y compromiso, que siempre han mostrado los vallecaucanos cuando se les requiere, son los que se necesitan en medio de la tragedia ambiental que vive el departamento. Reforestar esas tierras arrasadas es mucho más que un acto solidario; es brindarles a quienes viven en este terruño la posibilidad de tener una mejor calidad de vida, garantizar un futuro en el que se pueda respirar un aire más puro, aportar al esfuerzo global para detener el cambio climático y darle oportunidad al Planeta de tener un medio ambiente sano.

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